El cada vez más popular el mundo virtual de Second Life, que invita a los usuarios a vivir una vida alternativa o paralela y en cuanto más avanza más cerca está de encontrarse con los mismos problemas que el mundo real.

La última amenaza es la del terrorismo, acciones violentas que en Second Life no tienen consecuencias graves pero que sirven para llamar la atención.

Precisamente eso, llamar la atención, es lo que pretenden los "terroristas virtuales", un grupo llamado Second Life Liberation Army (Ejército de Liberación de Second Life) que desea "volver a los viejos tiempos".

Esta organización protesta por la brutal capitalización que está sufriendo Second Life: cada vez son más las empresas que se introducen en este universo y la línea que separa la economía real de la virtual es cada vez más delgada.

La empresa propietaria de Second Life, Linden Lab, explica que el dinero que consigue de las compañías que entran a formar parte de este mundo es vital para hacerlo crecer y evolucionar.

Pero los miembros de Second Life Liberation Army, que se comparan con los revolucionarios americanos, prefieren los tiempos en los que Second Life no era tan popular y reivindican su posición disparando a la gente y haciendo explotar bombas frente a establecimientos virtuales.

Por supuesto, estos atentados no son contra cualquier edificio sino contra construcciones que generan una publicidad real. Por ejemplo, detonaron una bomba atómica junto a la tienda de Reebok.