Una empleada de una funeraria de Texas, Estados Unidos, decidió adoptar una mascota para sobrellevar la angustia que le generaba a diario su trabajo. Así fue como apareció en su vida Kermit un perro que rápidamente demostró sus habilidades para ayudar a las personas a sobrellevar un duelo.

Melissa Unfred estaba pasando por una situación de estrés laboral y para poder superar su angustia decidió adoptar a Kermit, un perro mezcla de Border Collie y Pastor Australiano. La relación entre ambos se fortaleció con el correr de los días y el perro no tardó en demostrar su vínculo con el sentimiento humano ante una pérdida. De esta manera empezó a acompañar también a los familiares que velaban a sus seres queridos en la funeraria.

La primera intervención de Kermit fue cuando una mujer muy triste tras la muerte de su marido se acercó a las oficinas de la sala velatoria para hacer los trámites correspondientes y el perro saltó al regazo de la viuda.

"Simplemente se mueve hacia donde está la persona más afligida. Como en el caso de la viuda, que cuando empezó a acariciar al perro, sus lágrimas disminuyeron y ella pudo completar los arreglos para el funeral”, contó el dueño del local, Robert Falcon, al canal KVUE.

A partir de ese momento la mascota, previo permiso de los allegados al fallecido, comenzó a estar presente durante el velorio como asistente terapéutico con el fin de ayudar a paliar el dolor por la pérdida a las personas.

Su dueña también decidió hacerlo entrenar como perro terapéutico de apoyo emocional y desde mayo de este año fue certificado por la Austin Dog Alliance para asistir en los duelos, interactuar con los niños y para hacer mantener la calma en situaciones extremas.