El intendente aprovechó el último día de su gira por China para conocer algunas experiencias que puedan contribuir a mejorar uno de los puntos flojos de las gestiones socialistas: el transporte. Miguel Lifschitz y su comitiva realizaron este lunes una visita técnica a la planta de la principal fábrica de transporte urbano de pasajeros, “Shanghai Sunwin Bus Corporation”, subsidiaria en China de la empresa Volvo.
Fue una de las últimas actividades institucionales en el marco de la misión oficial de Rosario a la ciudad de Shanghai, en la República Popular China. El intendente aprovechó para dialogar con sus directivos sobre las prestaciones, la inversión inicial y los costos operativos de los modelos de la compañía, así como sobre el servicio de posventa en la Argentina.
Durante la misma jornada, el vicealcalde ejecutivo de Shanghai, Feng Guoquin, ofreció a la delegación rosarina un almuerzo de despedida, según señala un parte de prensa.
Posteriormente, el intendente y los funcionarios que lo acompañan realizaron una recorrida por el tren de alta velocidad conocido como el Tren Maglev de Shanghai (transrápido), de levitación magnética, que alcanza una velocidad de 430 kilómetros por hora, lo que lo constituye en el tren comercial en operación más rápido del mundo.
El Maglev, que funciona desde el 2004, une la ciudad de Shanghai con el Aeropuerto Internacional de Pudong, y recorre una distancia de 30 kilómetros en 7 minutos. El costo de un pasaje de ida y vuelta es de aproximadamente tres pesos.
El intendente Lifschitz regresará el martes a Rosario y asumirá nuevamente el mando del Ejecutivo municipal el miércoles por la tarde.