Un grupo de científicos españoles desarrolló un novedoso chip subcutáneo que permite controlar el nivel de glucosa en sangre, pero además avisa al centro médico sobre la situación del paciente y le suministra insulina al paciente de forma automática.

Este microsensor será ubicado por el médico bajo la piel y estará conectado de manera inalámbrica con un dispositivo portátil, por ejemplo un teléfono celular. Con un presupuesto de 14 millones de euros, 15 instituciones de ocho países participan en este proyecto, denominado "Paul Cezanne".

El investigador del CSIC Carlos Domínguez, que coordina el proyecto en España, asegura en un comunicado que es posible también adaptar el aparato para que realice una dosificación automática de insulina en caso de riesgo.

Para determinar los niveles de glucosa, el sensor utiliza una proteína, de origen bacteriano, con sensibilidad a este componente, y los investigadores utilizan técnicas de ingeniería genética para combinar ese receptor con un par de moléculas proteicas fluorescentes, de manera que se consigue una respuesta fluorescente que determina la concentración de glucosa en sangre.