Horacio Elizondo, el árbitro récord de la historia de los mundiales se retirará de la actividad el próximo domingo, según se informó ayer en la AFA, adonde llegó una notificación en la que anuncia que no renovará el contrato que se le vence el próximo 31 de diciembre.

Las marcas que estableció Elizondo tuvieron por escenario el pasado torneo de Alemania, donde además de dirigir el primer partido del certamen y la final, controló otros tres durante la competencia, estableciendo así dos hechos inéditos en la historia de los mundiales.

Elizondo eligió finalizar su contrato con AFA, seguir dirigiendo en el plano local, controlar la final de la Copa Libertadores y vivir una breve pero enriquecedora experiencia de 15 días en Qatar.

Con esos argumentos en su haber y la posibilidad de trabajar desde el año próximo para la TV Azteca, Elizondo le envió una notificación a la AFA con fecha 30 de noviembre, en la que da cuenta que no renovará el contrato que lo une a ella hasta el 31 de diciembre próximo.

Por lo tanto AFA deberá nombrar a partir del primero de enero de 2007 a un nuevo árbitro internacional para reemplazarlo y el elegido fue Federico Beligoy.

A los 43 años, con dos más de internacional por delante y seis para seguir dirigiendo en el fútbol argentino, Elizondo consumó todas sus metas y decidió dar las hurras.

Se quedó en las puertas del mundial de Corea-Japón 2002 cuando todos lo daban como el candidato de hierro para representar al referato argentino, pero sorpresivamente Angel Sánchez le arrebató esa posibilidad.

El próximo domingo, cuando controle el encuentro entre Boca Juniors y Lanús, en el que los xeneizes pueden consagrarse tricampeones, su silbato sonará por última vez dentro de un campo de juego profesional.

Y a pesar de la oscuridad que cubrió siempre a los referees, los únicos que no tienen hinchas dentro del campo de juego, Elizondo será recordado por tener luz propia y darle brillo a la Argentina en un mundial hasta por encima de los propios futbolistas de su país.