Un importante grupo de seguidores del Negro Fontanarrosa, que falleció ayer a los 62 años por una enfermedad neurológica, acompañó este viernes pasadas las once de la mañana el cortejo fúnebre, especialmente durante su paso por la cancha de Central, club de los amores del humorista.
Apenas el coche que trasladaba el cuerpo del dibujante salió a la calle, la gente le dio la bienvenida con aplausos. Luego, al grito de "Olé, olé, Negro, Negro", la gente acompañó la salida del resto de los coches que partieron rumbo al Parque de la Eternidad de Granadero Baigorria.
El cortejo tomó Ricchieri, Jujuy, avenida Francia, avenida de las Tres Vías y bulevar Avellaneda hasta la cancha de Rosario Central. Cerca de las once y media la caravana llegó al Gigante de Arroyito, donde se detuvo unos minutos ya que había mucha gente esperando. Fanáticos de todas las edades estaban apostados en el lugar desde temprano con gorritos, banderas y remeras auriazules.
Con respeto, el grupo rodeó el auto que llevaba el cuerpo del humorista. Luego, tal como había ocurrido a la salida de la sala velatoria, la bienvenida al auto fue con aplausos. Después llegarían los cantos propios de la cancha. “Soy canalla, canalla yo soy”, fue el primer canto, entonado con el tradicional y repetitivo gesto de la mano hacia arriba, como se alienta en la cancha. Después, gritaron “El Negro no se va” y finalmente el entrañable
“Te queremos, Negro, te queremos”.
La caravana continuó su marcha por abajo (no por Rondeau) rumbo a Granadero Baigorria. Allí la familia y amigos más cercanos del Negro, todos visiblemente acongojados por la pérdida, rodearon el ataúd mientras descendió para su entierro.
Fontanarrosa, uno de los artistas más reconocidos pero además más queridos de la ciudad, falleció este jueves. Rosario está de luto. La cultura argentina también. A los 62 años, el Negro murió víctima de una esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad contra la que luchaba desde 2003 cuando recibió el diagnóstico. La noticia conmovió a todo el país.
Los restos de Fontanarrosa fueron velados desde el jueves por la noche en una sala ubicada en Francia y Salta. En el interior de la casa de ceremonias se reunieron familiares y amigos más intimos, mientras que puertas afuera quedaron los medios, algunas personas que se acercaron a dar el último adiós al Negro e incluso un grupo de personas identificadas con Rosario Central (entre ellos el Kily González); el club de los amores del dibujante.
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