La mayoría de las cardiopatías congénitas suelen ser detectadas antes del nacimiento por el obstetra o al momento de nacer por el neonatólogo y los diagnósticos más comunes son estenosis valvular aórtica, estenosis de válvula pulmonar, coartación de aorta o ductus, que anuncian la existencia de cardiopatías congénitas.
Cuando esas cardiopatías no se tratan a tiempo son la principal causa de mortalidad infantil y de acuerdo con los datos destacados por el CACI, una de cada dos intervenciones es llevada a cabo por cardioangiólogos intervencionistas pediátricos en hospitales públicos, que cuentan con equipamiento de alta complejidad.
Miguel Granja, médico cardioangiólogo intervencionista pediátrico e integrante del CACI, explicó que "se estima que las cardiopatías congénitas afectan a entre el 8 y el 10 por mil de los recién nacidos, lo que da una cifra cercana a los 7.200 niños por año en Argentina".
Granja precisó que "de ellos, cerca de 7 de cada 10 requiere algún tipo de intervención, y la mitad de ellos, será de alta complejidad".
Pero sostuvo que "afortunadamente, se realizan en el país más de 3 mil cateterismos anuales y el 70 por ciento de ellos son terapéuticos por vía percutánea, sin necesidad de abrir el pecho" de los chicos, para poder practicar una operación a corazón abierto.
Del total de cardiopatías congénitas que requieren tratamiento invasivo, casi 7 de cada 10 se llevan a cabo en niños de 1 mes a 7 años, mientras que un 20 por ciento se resuelve antes de los 18 años y el 10 por ciento restante queda para la edad adulta.
Jesús Damsky Barbosa, médico cardioangiólogo intervencionista pediátrico integrante del CACI, reiteró que "las patologías congénitas no tratadas representan la principal causa de mortalidad infantil".
Pero insistió en que "la mayoría de ellas tiene tratamiento y en cuanto a su detección, pueden evidenciarse durante el embarazo, en un ecocardiograma fetal de rutina, o al momento de nacer por el propio neonatólogo que de tener alguna duda, lo consultará con el cardiólogo pediatra".
En igual sentido, José Luis Alonso, cardioangiólogo intervencionista pediátrico, alertó que "un tercio de las cardiopatías requiere tratamiento urgente, algunas de ellas incluso en el vientre materno antes del nacimiento".
Alonso añadió que "otro tercio necesita que se realice una intervención durante la niñez o la adolescencia del afectado, y el último tercio no precisa tratamiento alguno, y el paciente puede llevar una vida absolutamente normal".
El CACI reiteró que representa un avance para la cardiología intervencionista que se puedan alcanzar en el país cifras de terapias exitosas de cardiopatías congénitas, similares a los de los países más desarrollados.
Fuente: Telam
Cuando esas cardiopatías no se tratan a tiempo son la principal causa de mortalidad infantil y de acuerdo con los datos destacados por el CACI, una de cada dos intervenciones es llevada a cabo por cardioangiólogos intervencionistas pediátricos en hospitales públicos, que cuentan con equipamiento de alta complejidad.
Miguel Granja, médico cardioangiólogo intervencionista pediátrico e integrante del CACI, explicó que "se estima que las cardiopatías congénitas afectan a entre el 8 y el 10 por mil de los recién nacidos, lo que da una cifra cercana a los 7.200 niños por año en Argentina".
Granja precisó que "de ellos, cerca de 7 de cada 10 requiere algún tipo de intervención, y la mitad de ellos, será de alta complejidad".
Pero sostuvo que "afortunadamente, se realizan en el país más de 3 mil cateterismos anuales y el 70 por ciento de ellos son terapéuticos por vía percutánea, sin necesidad de abrir el pecho" de los chicos, para poder practicar una operación a corazón abierto.
Del total de cardiopatías congénitas que requieren tratamiento invasivo, casi 7 de cada 10 se llevan a cabo en niños de 1 mes a 7 años, mientras que un 20 por ciento se resuelve antes de los 18 años y el 10 por ciento restante queda para la edad adulta.
Jesús Damsky Barbosa, médico cardioangiólogo intervencionista pediátrico integrante del CACI, reiteró que "las patologías congénitas no tratadas representan la principal causa de mortalidad infantil".
Pero insistió en que "la mayoría de ellas tiene tratamiento y en cuanto a su detección, pueden evidenciarse durante el embarazo, en un ecocardiograma fetal de rutina, o al momento de nacer por el propio neonatólogo que de tener alguna duda, lo consultará con el cardiólogo pediatra".
En igual sentido, José Luis Alonso, cardioangiólogo intervencionista pediátrico, alertó que "un tercio de las cardiopatías requiere tratamiento urgente, algunas de ellas incluso en el vientre materno antes del nacimiento".
Alonso añadió que "otro tercio necesita que se realice una intervención durante la niñez o la adolescencia del afectado, y el último tercio no precisa tratamiento alguno, y el paciente puede llevar una vida absolutamente normal".
El CACI reiteró que representa un avance para la cardiología intervencionista que se puedan alcanzar en el país cifras de terapias exitosas de cardiopatías congénitas, similares a los de los países más desarrollados.
Fuente: Telam