Todo estaba previsto para que fuera una fiesta de fútbol en Cafferata, pequeño pueblo del sur santafesino. Era la antesala de la revancha de la final del Clausura de la Liga Interprovincial, certamen que paraliza a buena parte de esa región. Jugaban el desquite de la definición de Reserva los clubes Chañarense y Arteaga. Todo transcurría con normalidad. Hasta que la tragedia dijo presente.

“Iban 22 minutos del primer tiempo del partido de Reserva cuando Sebastián Ferrero, que retrocedía a su posición luego de que le invalidaran una chance de gol por un offside discutido, cayó de forma natural al césped sin que nadie pudiera imaginar cómo terminaría todo”, inicia su crónica el Semanario Pasión, periódico que cubre la información de la Liga.

Ferrero fue rápidamente atendido por los integrantes del cuerpo técnico de su equipo, quienes inmediatamente se dieron cuenta de que no se trataba de una lesión habitual: era una descompostura que parecía grave.

“El preparador físico de su equipo realizó trabajos de resucitamiento antes de que fuera retirado de la cancha. Tras los primeros auxilios, Ferrero fue derivado en primera instancia a una sala asistencia de Cafferata y luego trasladado de urgencia a un nosocomio de Chañar Ladeado, distante a 15 kilómetros de esa localidad”, indica Pasión.

Naturalmente, el partido fue suspendido ante la incredulidad y la conmoción de todos los presentes: jugadores, dirigentes e hinchas. En el medio de la confusión y la desesperación de sus compañeros, empezaron a correr versiones intranquilizadoras. Que acabarían confirmándose apenas veinte minutos después: la muerte del juvenil por un paro cardiorrespiratorio en pleno traslado.

Ambulancia presente

“La Liga tiene como disposición obligatoria para los clubes que en cada estadio haya una ambulancia y un médico. Si no, los partidos de inferiores y mayores no se pueden jugar. Esa misma ambulancia fue la que lo trasladó hacia Chañar, pero parece que llegó al hospital ya sin signos vitales”, contó el periodista Clauder Montot, quien cubría el partido para Rosario Deportes en Radio 2.

Consultado sobre la temperatura que hacía a esa hora de la tarde del domingo, Montot comentó que “seguramente hacía más de 30º”, aunque no se precisó aun si efectivamente el calor tuvo injerencia directa en la muerte del joven oriundo de Chañar Ladeado.