No, los fumadores porteños no aceptaron tan mansamente como los rosarinos, a los que se los suele ver cigarrillo en mano en la puerta de los locales gastronómicos, la entrada en vigencia de la ley antitabaco. El primer  se produjo este miércoles a la madrugada entre un fumador que se negó a apagar su cigarrillo en un bar de Recoleta y personal policial. 

Todo comenzó cuando un hombre de unos 40 años ingresó a un bar ubicado en Ayacucho y Las Heras y, tras pedir una bebida, prendió un cigarrillo. El encargado del local le comunicó que estaba prohibido fumar, pero el hombre se negó a apagarlo y comenzó a discutir airadamente.

El encargado llamó a la Policía, pero cuando llegaron efectivos de la comisaría 17ª el hombre se tomó a golpes de puño con los mismos agentes y a uno le fracturó un dedo. Luego trató de escapar, pero a una cuadra del bar fue detenido y conducido a la seccional, donde se le abrió una causa por "atentado y resistencia a la autoridad, lesiones y tenencia de armas".

La ley antitabaco rige en Buenos Aires desde el domingo. A diferencia de la de Santa Fe, que directamente prohíbe fumar en cualquier local cerrado, para los porteños se habilitan áreas para fumadores en los lugares que superen los cien metros cuadrados de superficie.

En medio de la polémica por la entrada en vigencia de la prohibición, cuatro bares importantes del circuito nocturno porteño fueron a Tribunales, buscando que declare la inconstitucionalidad de la ley. Los argumentos son que viola los derechos constitucionales de comerciar y el de intimidad de las personas.