La tensión y la variedad de conflictos en Medio Oriente parecen no conocer límites. Según publica este domingo el periódico británico Sunday Times, Israel está preparando un ataque nuclear contra una central de enriquecimiento de uranio en Irán con bombas antibúnker que pueden alcanzar objetivos subterráneos. Sin embargo, Israel salió a negar rotundamente esa versión y la calificó de "absurda".

El posible objetivo del supuesto plan es la central de Natanz, unos 220 kilómetros al sudoeste de Teherán, señala el rotativo citando círculos militares israelíes.

La ofensiva podría comenzar con misiles guiados por láser que rompan las defensas de la instalación y terminar con el uso de las llamadas minibombas atómicas, que en teoría permiten controlar con más efectividad la contaminación radiactiva.

Según DPA, la fuerza explosiva de estas minibombas se estima en una quinceava parte de las que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.

Según el Sunday Times, dos escuadrones de la Fuerza Aérea de Israel realizaron ya maniobras de ejercicio con este objetivo. Un funcionario militar israelí anónimo es citado con las palabras: "En cuanto haya luz verde, el proyecto nuclear iraní será destruido con una misión y un golpe".

El ataque nuclear es un último recurso en caso de que se descarte el uso de armas convencionales y Estados Unidos decida no intervenir en Irán, agregó la fuente.

Irán prometió una dura represalia contra Israel en caso de sufrir una agresión. "Ningún ataque contra Irán quedará sin una decisiva respuesta, y cualquier agresor lamentará su decisión", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores en Teherán, Mohamed Ali Husseini.

Pero luego de la información y de sus múltiples repercusiones, el gobierno israelí salió a desmentir la posibilidad de un ataque y calificó la versión de Sunday Times como “absurda”.

"Se trata de unas informaciones absurdas divulgadas por un periódico que en el pasado ya se ha distinguido por títulos atronadores sobre este asunto y que después han resultado ser falsos", declaró un alto funcionario que mantuvo el anonimato.