El Concejo de la ciudad jujeña de El Carmen expulsó a dos ediles porque la mayoría consideró que eran vagos, es decir que no cumplían con sus deberes ni asistían a las sesiones. Sin embargo, los cesanteados denunciaron que fue una maniobra para impedir que el cuerpo quede en manos de la oposición.

La particular medida fue tomada el jueves pasado, cuando en una sesión especial, el titular del cuerpo, Oscar Siro Gutiérrez (Frente para la Victoria), junto con sus pares oficialistas, Diego Arenas y Marcela Bejarano, cesantearon a Adrián Mendieta (Partido municipal) y a Víctor Hugo González (UCR) por "reiteradas faltas a las sesiones".

Según dijo Gutiérrez, durante este año sobre 26 sesiones “Mendieta solamente asistió a 11 y González apenas a 10, como ellos no van y no responden a los llamados a sesionar y por la falta de respeto a la voluntad popular, resolvimos echarlos".

Los echados González y Mendieta impugnaron la medida. “Ante esta decisión insólita e increíble, decidimos presentar un recurso de amparo ante la justicia, para resguardar la voluntad popular de habernos elegido por parte de la ciudadanía y podramos ejercer nuestros derechos y obligaciones como concejal", afirmó González.

Mendieta denunció además que "esta maniobra política fue ejecutada por el secretario de gobierno de la municipalidad, Ruperto Gil para impedir que en diciembre, algunos de los concejales opositores (son 6 en total los ediles, de los cuales 3 son de la oposición), no ejerza la presidencia del concejo deliberante".

El sexto en cuestión, en medio de las marchas y acusaciones cruzadas en esa ciudad ubicada a 25 kilómetros de la capital provincial, se borró. De hecho, el concejal Eduardo Valencia se fue de la ciudad para escaparle al fuego cruzado.