A once días de la desaparición de Jorge López, testigo en el juicio al represor Miguel Etchecolatz, organizaciones de los derechos humanos volvieron a convocarse en Rosario para exigir su aparición con vida.

Pasadas las 18 de este jueves, un grupo de personas se sumó a las históricas rondas de las Madres de Plaza de Mayo en la Plaza 25 de Mayo ubicada en Buenos Aires y Córdoba y luego hubo marcha hasta plaza San Martín.

“Éste es el último episodio de una serie de actos, manifestaciones y declaraciones que reivindican el accionar terrorista de la dictadura militar, revelando una clara reorganización de los sectores de derecha”, alertaron desde los grupos políticos convocantes.

Por su parte, el Concejo local manifestó su "preocupación por la desaparición del señor Jorge Julio López, ex detenido durante la Dictadura y testigo de la causa contra el represor Miguel Etchecolatz".

Mientras tanto, en Buenos Aires, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se reunió con el presidente Néstor Kirchner en la Casa de Gobierno, con quien dialogó sobre la desaparición de López durante casi una hora y media.

"Esta plaza, que es de nuestros hijos, de nuestros desaparecidos, de los que luchan, nunca va a sentir que el enemigo está en la Casa de Gobierno", señaló Bonafini y agregó: "En la Rosada hay un amigo que lucha por la libertad y las Justicia".
 
Divisiones

En cuanto a algunos encontronazos entre los distintos grupos que defienden los derechos humanos, el presidente distrital del ARI, Gustavo Gamboa, pidió “no agudizar las contradicciones entre los distintos organismos, partidos políticos, organizaciones sindicales y sociales que a lo largo de estos últimos 30 años, reconociendo diferencias, transitamos el mismo camino. Pero no olvidamos a los partidos que apoyaron con documentos, prestaron funcionarios al gobierno de las Juntas, o claudicaron con las leyes de Obediencia Debida, Punto Final, culminando con el Indulto menemista”.
 
Por última, señaló “la unidad de acción contra el verdadero enemigo, que no es la actual política de derechos humanos del gobierno, sino los resabios de la última dictadura militar”.