El papa Benedicto XVI instó este martes a cristianos y musulmanes a colaborar al servicio de la paz entre naciones y pueblos, durante su discurso tras la reunión que mantuvo en Ankara con la máxima autoridad religiosa turca, Alí Bardakoglu.

Benedicto XVI se entrevistó con Bardakoglu, uno de los dirigentes religiosos que más criticó el discurso del Papa en Ratisbona (Alemania), lo que hizo que esta reunión se convirtiese en una de las más importantes de su viaje a Turquía, que comenzó este martes y terminará el viernes.

El discurso del Papa estuvo centrado en la necesidad de diálogo con los musulmanes, que dijo pertenecen a la misma familia de los cristianos, de aquellos que creen en un solo Dios.

"Cristianos y musulmanes, siguiendo sus respectivas religiones, llaman la atención sobre la verdad del carácter sagrado y de la dignidad de la persona. Esta es la base de nuestro recíproco respeto y estima, esta es la base para la colaboración al servicio de la paz entre las naciones y los pueblos", dijo el Papa.

El Papa comenzó su discurso expresando respeto por todos los habitantes de Turquía y saludando "con particular estima y consideración" a los musulmanes turcos.

Benedicto XVI recordó además que Turquía es un país "muy querido para los cristianos" pues aquí nacieron muchas de las primeras comunidades de la Iglesia y está unida a la historia de San Juan y San Pablo y la Virgen María.

En su mensaje, el Papa recordó algunas palabras de sus predecesores, como Juan XXIII, que fue durante algunos años nuncio apostólico en Turquía cuando expresaba: "Yo amo a los turcos".

También citó en su discurso a Juan Pablo II, cuando en su viaje a este país en 1979, pidió que cristianos y musulmanes reconociesen y y desarrollasen los vínculos espirituales que les unen para "defender juntos los valores morales y la paz y la libertad".

El Papa reiteró que el diálogo con los musulmanes, "como un sincero intercambio entre amigos", es una "necesidad vital" del que depende en gran medida nuestro futuro.

"Estamos llamados a actuar juntos para ayudar a la sociedad a abrirse a lo trascendente, reconociendo a Dios en el puesto que tiene que tener", dijo.

El Papa también abogó por el respeto a la libertad religiosa, que dijo, "constituye la condición necesaria para la edificación de la sociedad y del comportamiento de auténtico servicio, especialmente entre los más vulnerables y pobres".

Joseph Ratzinger cerró su discurso esperando que la reunión "sirva para el diálogo entre cristianos y musulmanes y se continúe por este camino de respeto y amistad".

Antes de los discursos oficiales, ambos dirigentes religiosos se reunieron durante algunos minutos intercambiando opiniones sobre el diálogo entre religiones en un clima cordial.

Lejos de la polémica

Las polémicas declaraciones de Benedicto XVI fueron realizadas en septiembre en Ratisbona, cuando citó a un emperador del siglo XIV que afirmaba que el profeta Mahoma sólo provocó "cosas malas e inhumanas".

Esa referencia desató la ira de sectores musulmanes, que se sintieron ofendidos y exigieron a Ratzinger un pedido público de disculpas, aunque el Papa se sólo limitó a lamentar que sus palabras hayan sido "malinterpretadas".

Por ello, la visita del jefe del catolicismo a Turquía, desde hoy hasta el primero de diciembre, es considerada "de riesgo" a raíz de la hostilidad de numerosos sectores islámicos hacia su figura.

Ankara quiere evitar incidentes durante la gira, pues estos podrían afectar las negociaciones para el futuro ingreso de Turquía a la Unión Europea.