En no más de 4 ó 5 años, el 80% de los nuevos medicamentos y de los sistemas de diagnóstico que se utilicen cotidianamente recurrirán a elementos de nanotecnología. Las aplicaciones que se derivan de esta disciplina son cada día más importantes, ya que las nanopartículas ayudan a que los elementos o procesos sean más inteligentes o eficaces.

En este sentido, tanto el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López Pérez, como el director general de Investigación del Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón, José Luis Serrano, han resaltado la trascendencia de este campo multidisciplinar de investigación.

Las posibilidades, según los expertos, son innumerables: un laboratorio que funcione en chip, del tamaño de un móvil; biosensores, que introducidos en un paciente que ha superado un proceso oncológico, son capaces de alertar de por vida del inicio de una metástasis; nanopartículas magnéticas para hipertermia, con una doble función: facilitar un diagnóstico más preciso de zonas tumorales y al mismo tiempo desactivar las células tumorales mediante calor, a 44º. O medicamentos con nanopartículas en suspensión, que inhalados consiguen llegar a la corteza cerebral, actuando en patologías como Alzheimer o Parkinson, o fármacos contra la artrosis, que se inyectan y se fijan a las articulaciones mediante imanes, evitando además los efectos secundarios habituales en el aparato digestivo cuando se ingieren.

"Sin duda alguna, en cuatro o cinco años, cerca del 80% de los nuevos medicamentos y los sistemas de diagnóstico que se utilicen van a utilizar la nanotecnología. Esas son las previsiones de Europa y el desarrollo de esta disciplina crece a un ritmo muy important", afirma Jesús Martínez de la Fuente, de la Fundación I+D, del Gobierno de Aragón.

Por su parte, el profesor Fernando Palacio ha destacado las profundas transformaciones en todos los ámbitos que va a suponer la aplicación de la nanociencia y la nanotecnología en la sociedad en general.

"Se trata de un cambio disruptivo, revolucionario, como el que ha supuesto el correo electrónico en la comunicación escrita. Cuando dentro de unos años miremos hacia atrás nos daremos cuenta de los cambios que se han producido tan increíbles".

Fuente: SINC - Universidad de Zaragoza