Un total de 192 magistrados y jueces supervisan desde hoy y hasta el próximo domingo el recuento parcial de votos emitidos en la elección presidencial mexicana del pasado 2 de julio, de la que aún no hay un ganador oficial.

En el nuevo escrutinio participan funcionarios de los 149 distritos y lo supervisan los observadores de los partidos en los comicios, cuyos resultados fueron impugnados por la coalición "Por el bien de todos", que respalda al candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

El recuento parcial de votos se hace en 11.839 mesas electorales de las 130.477 instaladas el pasado 2 de julio para la elección de presidente, el 9 por ciento del total, y durará un máximo de cinco días naturales.

La medida ordenada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se lleva a cabo en 26 de los 32 estados mexicanos, en su mayoría ganados por el oficialista Partido de Acción Nacional (PAN), al que pertenece el candidato Felipe Calderón.

Los observadores nacionales e internacionales, incluida la misión de observación de la Unión Europea (UE), no tienen acceso al nuevo recuento porque éste deriva de "una diligencia judicial" y "sólo pueden estar las partes involucradas", dijeron a Efe fuentes del TEPJF.

El nuevo recuento "no es un evento público" pero es a criterio de cada junta de distrito decidir si permiten o no que también asistan a él algunos observadores, agregaron las fuentes.

Según el recuento oficial final anunciado por el Instituto Federal Electoral (IFE) el 6 de julio y realizado por casi un millón de ciudadanos sorteados al azar, el conservador Calderón obtuvo 234.934 votos más que el izquierdista López Obrador, una diferencia de sólo 0,58 puntos porcentuales para el primero.

El periódico Reforma publica hoy una encuesta telefónica donde señala que el 51 por ciento de los mexicanos aprueba esta acción de recuento parcial frente a un 40 por ciento que la desaprueba.

El 71 por ciento de los 605 adultos consultados cree que la diligencia será suficiente para dar validez a la elección presidencial, la más reñida de la historia reciente de México.

Además, un 56 por ciento de los consultados cree que la misma confirmará la victoria de Calderón frente al 28 por ciento que augura que el resultado cambiará a favor de López Obrador.

El portavoz presidencial, Rubén Aguilar, descartó en rueda de prensa que vaya a haber una vigilancia especial por parte de policías federales en las sedes de las juntas distritales.

"No está contemplada ninguna seguridad especial a la que ya existe en los distritos electorales, la mayor de la seguridad, es que estarán presentes todos los representantes de los partidos en cada uno de los distritos en el recuento", señaló Aguilar, quien confía en que todo transcurra "de una manera pacífica" y "eficaz".

Una vez completado el recuento de votos, los resultados serán remitidos al Tribunal Electoral en sobres firmados por las autoridades responsables del mismo, y los votos pasarán de nuevo a ser resguardados por militares.

Diversos analistas consideran que el recuento parcial representa una muestra suficiente para poder determinar si hubo fraude en los comicios presidenciales.

López Obrador ha descalificado la actuación del árbitro de la contienda, el autónomo IFE, y acusado a la institución de haber maquinado un fraude en su contra para darle la victoria a Calderón.

Además, ha lanzado una campaña de resistencia civil "pacífica" que mantiene ahogado el tráfico en la capital mexicana con un corte al tráfico de ocho kilómetros del Paseo de la Reforma, una importante avenida de la capital.

El coordinador de la coalición "Por el bien de todos", Guadalupe Acosta, anunció ayer que las acciones de resistencia van a salir de la capital y extenderse a todo el país.

Los simpatizantes de López Obrador mantienen hoy plantones frente a las principales sedes de tres importantes bancos mexicanos, BBVA Bancomer, Banamex y HSBC, en los que reclaman un recuento total de votos, desdeñado hace cinco días por el Tribunal Electoral por unanimidad.

Este organismo tiene de plazo hasta el 31 de agosto próximo para resolver el total de impugnaciones presentadas por los partidos políticos, y hasta el 6 de septiembre para decidir sobre la validez de la elección y designar al presidente electo.

Fuente: EFE