El sentido común indica que los médicos no pueden pedir licencia en medio de una emergencia sanitaria porque el caos estaría garantizado. Algo similar ocurre con el transporte en los momentos de mayor demanda, como son las fiestas de fin de año y el comienzo de la temporada de vacaciones.

Sin embargo, en enero, el mes más activo en lo relativo a viajes, tan sólo 4 inspectores controlan la Terminal de Ómnibus. Según los datos brindados por el director de Fiscalización de Transporte de la provincia, Jorge Mickbell,  en plena temporada de vacaciones, la provincia de Santa Fe cuenta sólo con 12 inspectores. Es que la planta total es de 24 pero la mitad se tomaron vacaciones en enero.  De los 12 que están en labor, 4 tienen como objetivo controlar la terminal rosarina (dos a la mañana y dos a la tarde) para chequear las condiciones de más de 700 micros que entran y salen llevando pasajeros.

El movimiento en la Terminal fue significativamente menor este año, si se lo compara con diciembre de 2005. Desde la administración de la Terminal, los datos son contundentes: el 31 de diciembre de 2005 ingresaron a la estación de ómnibus 833 micros y el mismo día, pero de 2006 los ingresos descendieron a 715. En tanto, el primero de enero de 2006 entraron a la Terminal 978 coches y en el día de ayer lo hicieron 766 colectivos.

Pero aún con esta evidente merma en el flujo de ingresos, muchos pasajeros denunciaron que debieron viajar en condiciones antirreglamentarias: de pie y en coches demasiado viejos que no tenían aire acondicionado.

Según usuarios, la situación varió según las empresas: algunas trabajaron con los refuerzos necesarios y otras optaron por la conocida (y prohibida) solución de hacinar a sus clientes en el pasillo del colectivo poniendo en riesgo la seguridad de todos.

“Lo que pasó en la madrugada del primero de enero fue que los inspectores estaban abocados al control de alcoholemia", explicó el director de Fiscalización de Transporte de la provincia, Jorge Mickbell, a Rosario3.com. "Por eso no pudieron estar en la Terminal”, señaló.

Pero la dificultad se presentó no sólo con los coches que salieron de la Terminal, sino también con los que regresaron a Rosario durante el primer día del nuevo año, procedentes de otros pueblos y ciudades de la provincia.

Para paliar ese déficit, Mickbell anticipó que se están firmando convenios con todos los municipios y comunas de la provincia para que cada uno asuma el control en su localidad y garantice el cumplimiento de la legislación vigente.