Los mexicanos acuden este domingo a las urnas para elegir al próximo presidente, luego de una campaña con escasa oferta electoral y en la que se habló poco de la ola de violencia que causó al menos 60 mil muertes en los últimos cinco años y medio. 
 
En medio de la veda electoral, se conocieron denuncias aisladas de compra de votos por parte del favorito Partido Revolucionario Institucional (PRI), mientras la mayoría de los mexicanos recibía con mayor preocupación la prohibición de consumir bebidas alcohólicas en las 24 ó 48 horas previas a los comicios.

Las elecciones de este domingo son consideradas por diversos analistas como trascendentales, no sólo porque además del presidente se renovará todo el Congreso y se elegirán autoridades en 16 de los 32 estados del país, sino porque se dan en medio de una ola de violencia inédita para la historia moderna del país.

El actual presidente Felipe Calderón inauguró al comienzo de su mandato, en 2006, una política de combate frontal contra el narcotráfico y el crimen organizado que en lo que va del sexenio dejó al menos 60 mil muertos.

Sin embargo, los cuatro postulantes que el domingo se someterán a las preferencias populares no hablaron prácticamente del tema de la violencia durante la campaña electoral, y en cambio pusieron el acento en la profundización de políticas económicas y sociales.

La postura de los candidatos

Colaboradores de los dos candidatos con mayor apoyo en los sondeos -el priísta Enrique Peña Nieto y el centroizquierdista Andrés López Obrador- dijeron a Télam durante la campaña que el tema de la violencia estuvo presente en las ofertas electorales, pero desde el punto de vista del origen del problema.

Según esta postura, las plataformas electorales de ambos candidatos incluyen agresivos programas de inclusión educativa y planes de creación de empleos y microemprendimientos productivos para evitar que muchos sectores marginados se sumen a las actividades ilegales ante la falta de oportunidades.

Sólo la candidata oficialista Josefina Vázquez Mota mantuvo su propuesta electoral alineada con la actual política bélica de Calderón, y el ambientalista Gabriel Quadri, cuya performance en las encuestas no supera los cinco puntos, prefirió presentarse como quien garantizará la despenalización del consumo de drogas para restarle poder a las mafias.

Peña, que en los sondeos lleva una ventaja de entre 10 y 17 puntos sobre López Obrador, prometió triplicar el crecimiento de la última década llevándolo a un rango del cinco a seis por ciento, impulsar el crédito productivo, la competencia y la inversión en infraestructura y concretar una reforma fiscal que amplíe la base de recaudación.

En cuanto a la política social, postula crear un sistema de seguridad social universal con seguro de salud, desempleo y pensión de vejez, sacar de la pobreza alimentaria a unos 15 millones de mexicanos, generar desarrollo en las zonas violentas y mejorar la infraestructura escolar.

Y en el área de seguridad, propone mantener el Ejército en los puntos más críticos y crear una gendarmería nacional con militares bajo mando civil, incrementar la plantilla de policías federales de 36 mil a 50 mil efectivos, fortalecer las labores de inteligencia y contra el lavado de dinero, e instituir una comisión nacional anticorrupción, reseñó la agencia DPA.

El aspirante presidencial del PRD, en tanto, postula un programa de austeridad para reducir el gasto público, duplicar la inversión pública en infraestructura, generar siete millones de empleos en seis años de gobierno y otorgar créditos baratos para pequeñas y medianas empresas.

En el aspecto social, pretende poner en marcha una "revolución educativa" con becas y entrega gratuita de útiles escolares, establecer una pensión universal para los mayores de 68 años y los discapacitados y hacer más eficientes los programas sociales.

Para la cuestión de la seguridad, buscará impulsar acciones de inteligencia más que de fuerza pública y crear una policía federal con valores cívicos y morales para suplir de manera gradual al Ejército y la Marina en la lucha contra el crimen organizado