La policía alemana interrumpió el tráfico durante varias horas en una de las principales autopistas del país, a la altura de Hannover (norte de Alemania), para desactivar una bomba de 250 kilogramos de la Segunda Guerra Mundial, el segundo incidente con explosivos de esa época en un sólo día.

Según informó la policía, el explosivo se encontraba en un descampado cerca de la autopista, y no hizo falta desalojar ninguna vivienda cercana.

La desactivación se produjo el mismo día en que una bomba enterrada provocó la muerte de un trabajador y heridas de diversa consideración a otras cinco personas, en la autopista que une Würzburg con Fráncfort, a la altura de Aschaffenburg.

La Oficina Bávara de lo Criminal, que investigó el cráter de 2,5 metros de profundidad y 8 metros de diámetro causado por la explosión, confirmó así las sospechas de la policía, que no estaba segura del tipo de explosivo que había causado el cráter.

Un operario de 46 años que trabajaba en la autopista falleció cuando la máquina fresadora con la que levantaba el pavimento topó con un explosivo, enterrado a 30 centímetros.

Las piezas de metal de la máquina salieron despedidas en todas las direcciones, "hasta 500 metros a la redonda", según explicó un portavoz de policía, alcanzando a siete vehículos que circulaban por la misma autopista, mientras la deflagración causó un cráter en la misma.

Esta zona del norte de Baviera fue escenario de violentos combates durante la Segunda Guerra Mundial, y ha sido frecuentemente peinado en busca de explosivos.

No obstante, esta bomba se encontraba a más profundidad de lo habitual, y por eso no había sido hallada, según explicó el portavoz policial.