El sonambulismo es más común de lo que se piensa, ya que afecta al 19% de la población mundial, siendo más frecuente entre niños y adolescentes. Cuando hay uno de ellos en la familia, se debe seguir un protocolo para evitar complicaciones mayores.

El sistema público de salud del Reino Unido recomienda que ante una persona sonámbula, lo primero que hay que hacer es asegurarse que esté en un lugar seguro. Es decir, cuidar que no pueda caer desde una escalera o ventana, así como también evitar que se pueda herir con algún objeto.

En segundo lugar, hay que redirigirlo a la cama cuidadosamente. Si esto se dificulta, se puede despertar con mucha suavidad a la persona, pero nunca gritarle o asustarla. Esta recomendación no es por el mito de que podría sufrir un ataque cardíaco, sino porque podría reaccionar atacando o haciendo daño al otro o a sí mismo.

Por el otro lado, despertarse desorientado y aturdido favorece la aparición de episodios de ansiedad a futuro, según consignó el portal 20 Minutos.