El Síndrome de Apneas durante el sueño es el trastorno más frecuente en los laboratorios de sueño de todo el mundo. Se trata de la interrupción completa del flujo nasobucal que puede tener consecuencias graves. De ahí la importancia de una diagnóstico precoz en niños.

 

En los últimos años, se ha producido un espectacular avance en el conocimiento del síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño (SAHS) del adulto. El SAHS en la infancia es menos conocido, estimándose que afecta al 13% de los niños .

 

El SAHS infantil no debe confundirse con otros episodios apneicos, como la apnea del lactante, la respiración periódica del recién nacido y otros cuadros más graves que van de desde los episodios agudos potencialmente fatales a la muerte súbita del lactante.

 

El SAHS de los niños es, fundamentalmente, un problema mecánico. Se trata de un desequilibrio muscular entre las fuerzas constrictoras y dilatadoras de la vía respiratoria superior durante el sueño. La causa más frecuente es la obstrucción secundaria a la hipertrofia del tejido linfático del anillo de Waldeyer. Su pico máximo de incidencia está entre los 3 a 6 años.

 

El SAHS en la infancia no tiene, a diferencia de los adultos, una predilección por los varones y presenta una frecuencia similar en ambos sexos . La sintomatología nocturna consiste en ronquidos, por lo general intensos y entrecortados, que suelen acompañarse de pausas respiratorias completas (apneas) o incompletas (hipopneas), que cursan con hiporeactividad, descensos en la saturación en sangre arterial de oxígeno y/o aumentos en la PaCO2.

 

Es frecuente la presencia de sueño intranquilo, sudoración, pesadillas, terrores nocturnos y enuresis. Los padres observan un esfuerzo ventilatorio intenso. Durante la vigilia, en los casos graves, pueden observarse trastornos del comportamiento (escaso rendimiento escolar, inhibición social, mal carácter y agresividad), somnolencia, cefalea matutina, sed al levantarse, reducción del crecimiento pondoestatural y, a veces, complicaciones cardiovasculares.

 

Fuente: Infancia Hoy