"Mientras haya vida hay esperanza. Seguimos esperando un milagro. Han pasado tantos que podría suceder uno más", afirmó en diálogo con Radio 2 José Andrade, padre de Brian, un niño de cinco años que se encuentra en estado vegetativo desde abril de 2005, cuando fue atropellado en Puerto Madryn.

Sus padres no quieren que sea desconectado del respirador que lo mantiene con vida, pese a un planteo del comité de ética del hospital en el que está internado en Puerto Madryn.

El conflicto, que ahora deberá dirimir la Justicia, se inició cuando en noviembre pasado el comité de ética del Hospital Andrés Isola, planteó ante un tribunal local qué hacer con el menor, por considerar que su estado de coma es, aparentemente, "irreversible".

La directora del nosocomio, Alejandra Solitario, aclaró no obstante que el pedido a la justicia no es específicamente para desconectar a la criatura del respirador, sino para que se pronuncie sobre "qué hacer" en este caso.

Los padres de la criatura, José Andrade, de 24 años, y Balbina, de 20, se oponen a la desconexión del respirador artificial, y plantean que desean llevárselo a su casa, alegando que ellos ya saben cómo cuidarlo.

Sin embargo, los médicos se oponen a esta posibilidad dado el grave estado del menor.