Durante veinte meses Silvia Reales esperó la llegada de una prótesis de columna que le permitiría adquirir una vida con mayor calidad, lejos del sufrimiento. Sin embargo, su padecimiento no terminó cuando, por fin, la prótesis llegó al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria donde se atiende ya que en dos ocasiones su médico la preparó para la cirugía pero no pudo llevarla adelante debido a las reiteradas medidas de fuerza encabezadas por los trabajadores de la salud provincial.
“Una vez me fui a internar y me mandaron de vuelta por el paro de ATE”, empezó Silvia su relato en Radio 2. “A los dos o tres días me preparan para la cirugía en el hospital y de nuevo me dicen que no me pueden operar por el paro y me vuelven a mandar a mi casa”, desgranó la mujer su tragedia. “El lunes ya estaba en la sala de cirugía y los de ATE no lo dejaron entra a mi médico al quirófano”, soltó indignada.
Según precisó, sus familiares hablaron con la dirección del hospital, que adjudicó a las medidas de fuerza el inconveniente, aduciendo que nada se podía hacer al respecto. “Lo mismo me dijeron en la Defensoría del Pueblo donde pedí que me ayudaran”, manifestó.
Silvia espera que en poco tiempo pueda ser intervenida y dejar atrás su dolor. Mientras tanto, el conflicto de los trabajadores de la salud que también alcanza la órbita municipal impide cada semana, desde hace varios meses, la atención de turnos y cirugías programadas durante las jornadas de huelga. Reclaman mejoras salariales pero no han podido llegar a un entendimiento con las autoridades, que niegan la posibilidad de recomposición de salarios.
“Una vez me fui a internar y me mandaron de vuelta por el paro de ATE”, empezó Silvia su relato en Radio 2. “A los dos o tres días me preparan para la cirugía en el hospital y de nuevo me dicen que no me pueden operar por el paro y me vuelven a mandar a mi casa”, desgranó la mujer su tragedia. “El lunes ya estaba en la sala de cirugía y los de ATE no lo dejaron entra a mi médico al quirófano”, soltó indignada.
Según precisó, sus familiares hablaron con la dirección del hospital, que adjudicó a las medidas de fuerza el inconveniente, aduciendo que nada se podía hacer al respecto. “Lo mismo me dijeron en la Defensoría del Pueblo donde pedí que me ayudaran”, manifestó.
Silvia espera que en poco tiempo pueda ser intervenida y dejar atrás su dolor. Mientras tanto, el conflicto de los trabajadores de la salud que también alcanza la órbita municipal impide cada semana, desde hace varios meses, la atención de turnos y cirugías programadas durante las jornadas de huelga. Reclaman mejoras salariales pero no han podido llegar a un entendimiento con las autoridades, que niegan la posibilidad de recomposición de salarios.