Los controles del fin de semana que pasó dejaron 100 vehículos remitidos al corralón por diferentes faltas y esta vez, la alcoholemia no fue la principal causa.

En total, la cantidad de conductores testeados con más de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre fueron 29. Un número bajo, si se tiene en cuenta que casi siempre esa infracción constituye la principal, con al menos la mitad sobre el total de secuestros.

La Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana municipal brindó las cifras luego de los habituales operativos en las calles de Rosario junto a la policía, entre la noche del jueves y la mañana del sábado.

La falta más reiterada del fin de semana fue la carencia de documentación del vehículo o de elementos de seguridad obligatorios para conducir, por lo que se incautó un centenar de autos y motos.

Entre los casos de alcoholemia, el mayor nivel registrado fue de 2,4 gramos, cuatro veces más de lo permitido para manejar.