El televisor que relucía ante los ojos de los clientes del supermercado de origen oriental, ubicado en calle Cafferata al 1000, estimulaba a los compradores a llevarse más productos y así conseguir sumar números para tener mayores posibilidades de obtener el aparato a través del anunciado sorteo.

Es que con cada compra de un producto en el supermercado El Triunfo se entregaba un número al cliente para la tan esperada rifa.

El televisor de 29 pulgadas y de última generación los tentaba a todos cada vez que cruzaban el umbral del supermercado, pero al final con el sorteo llegó la desilusión y con ella la denuncia. 

Aníbal González, de 43 años, no sólo participó, también ganó en la rifa. Convencido que se trataba de la tevé que durante un mes se había mostrado en el local, fue a buscarla ansioso pero ahí sobrevino la sopresa y la desilusión.

En lugar de una tevé a estrenar y de última generación le entregaron un modelo bastante viejo y para colmo usado. El ganador como mínimo se enojó y se sintió defraudado por la empresa.