En un artículo publicado en la revista Science, investigadores del Laboratorio europeo sobre la enseñanza de las ciencias de la vida (ELLS), perteneciente al Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), analizan los obstáculos que afrontan los profesores de asignaturas científicas en los centros de educación secundaria de Europa y explican de qué manera su programa contribuye a solucionar tales impedimentos.

El programa del ELLS, informan, “trata de replantearse, rediseñar y perfeccionar los recursos disponibles para enseñar ciencias en centros de educación secundaria, pero sin afectar de manera directa a los planes de estudios nacionales en esta materia”.

El número decreciente de alumnos que eluden carreras relacionadas con ciencia y tecnología (CyT) es una cuestión cada vez más alarmante para todos los ámbitos de la industria, desde la energía nuclear hasta la biología de sistemas. A este declive en la cantidad de ingenieros y científicos que salen de las universidades ha contribuido una combinación de varios factores preocupantes. Los autores del informe aseguran que las razones de este fenómeno son muchas.

En su opinión, la más importante de ellas es la falta de variedad en la forma en la que se enseñan las asignaturas de ciencias. La práctica didáctica suele reducirse a transmitir hechos sin ayudar al alumno a entender por qué los damos por ciertos. Con frecuencia, los alumnos aprenden sólo la información necesaria para aprobar un examen, en lugar de realizar ejercicios orientados a desarrollar las habilidades cognitivas que requiere la verdadera ciencia.


“El proceso de búsqueda científica, es decir, la imitación del proceso de aprendizaje científico en las aulas, es un enfoque reciente con el que se pretende mejorar la enseñanza de las ciencias en los centros educativos”, se lee en el informe. “Hacer que el alumno experimente procesos de aprendizaje que se asemejen al modo en que se produce el descubrimiento científico es una manera de ampliar su cultura científica.”


El principal impedimento radica en que las aulas no pueden imitar a la perfección los laboratorios de investigación, que tienen un coste elevado y deben ajustarse a unas medidas de seguridad muy rigurosas. Por esta razón, el tipo de experimentos que pueden efectuarse en el ámbito escolar es bastante limitado.

Los docentes se enfrentan al complicado reto de explicar las tecnologías modernas y sofisticadas en las que se basa la ciencia de nuestros días en unas instalaciones infradotadas y sin disponer ellos mismos de la formación adecuada. “Muchos profesores no han trabajado anteriormente como investigadores, por lo que les cuesta comprender la metodología científica”, señalan los autores, quienes añaden que la mayoría de sistemas educativos se caracterizan por un personal docente “con pocas oportunidades de formación continua”.

El enfoque seguido en ELLS resalta la importancia de «asociar conceptos a ejemplos concretos. Los recursos creados por esta entidad están diseñados para poner de relieve las aplicaciones de la ciencia en la vida cotidiana así como sus repercusiones en la sociedad. De cada nuevo instrumento se prepara un prototipo que se somete a rigurosas pruebas en cursos para personal docente, ferias de ciencia y en la propia aula. Durante este proceso se recogen sugerencias para mejorar los instrumentos, que a continuación se producen en varios idiomas y se distribuyen de manera gratuita.

Los juegos científicos son uno de los instrumentos surgidos de las colaboraciones entre profesores e investigadores en el marco de ELLS. Un ejemplo de estos es un juego que consiste en colocar piezas en varios círculos dibujados en el suelo con el propósito de que los alumnos vean con sus propios ojos cómo se analizan los experimentos con micromatrices de ADN. Otro ejemplo son los juegos de simulación, que consisten en que los alumnos debatan en torno a temas controvertidos de la ciencia.

Los responsables confían en reformar la educación y alentar cambios en la enseñanza de las ciencias, si bien recalcan que se trata de una empresa a largo plazo. No se trata de modificar el sinnúmero de planes de estudios de ciencias que existen en la UE, sino de capacitar al profesorado trabajando con él mano a mano para crear herramientas y conocimientos que les sirvan para animar al alumnado a interesarse por la búsqueda científica y para facilitar su comprensión.

Fuente: Tendencias 21