Pato Pattacini

Las últimas ediciones del grupo ratifican nota por nota ese aferrarse obstinado a una fórmula que les otorgó un lugar entre los principales bandas del mundo. Aunque sabido es que no les gustan las etiquetas, Deep Purple es una banda de rock. Según Ian Gillan, después de un tiempo las etiquetas no sirven de nada. “¿Cómo llamar a lo que hacemos? No diría heavy metal, pero si querés llamarlo así está todo bien. Pero te perdés el 50 por ciento del fundamento de lo que queremos expresar”. Y a decir verdad nadie quiere perderse absolutamente nada de esta agrupación.

Deep Purple, una de las formaciones emblemas del rock internacional, regresó al país, y esta vez a Rosario como inicio de una breve recorrida argentina para tocar en vivo su más reciente álbum, Rapture of the deep, y muchos de sus clásicos en el estadio cubierto de Newell´s.

A las 9 de la noche el estadio estaba repleto. La multitud que allí se congregó estaba de pie, gritando, antes de que se escucharan los primeros acordes y se encendiera el escenario para albergar uno de los shows mas deseados de este año 2006 que finaliza con honores.

El concierto comenzó 45 minutos más tarde de lo pautado y fue Pictures of la canción elegida para abrir la performance en la que un frontman con sus pies descalzo, camisa blanca y jean, alardeó con una voz que se mantiene intacta a pesar de los años y los excesos. Son cinco tipos que se notan que tomaron el estrellato con toda naturalidad, que están satisfechos de sí mismos y de su aspecto poco pretencioso.

Aunque algunos puedan pensar que el grupo quedó fuera de carrera, ahí están para demostrar lo contrario, desplegando virtuosismo individualmente pero dando origen a un individuo superior, Deep Purple, como el homo gelstat del que habla Sturgeon en Mas que humano. Y ahí nomás suena Things I never. No hay dudas: la maquinaria púrpura está en marcha con sus engranajes bien aceitados, al menos por ahora.

Suena Into de fire, atrás Strange Kid y llega el momento de la encantadora Rapture of the Deep que le da título a un disco cargado de canciones autoreferenciales y que oficia las veces de autoanálisis, que sirvió de excusa para esta gira.

Sin dudas el directo siempre ha sido el sumun de la experiencia Purple. Las luces acompañan cada golpe, azules, rojos verdes se turnan, se funden. Seguidores blancos caen sobre los músicos endiosándolos, dan clima desde el techo y contraluz en el fondo donde el nombre de la banda se dibuja en la tipografía que los identifica.

Los temas se suceden con algunas palabras del cantante en el medio, y un solo de guitarra lleno de magia de Morse. Firewall, Wrong man, Well dressed, Screaming, Lazy, para volver a lo que vinieron: presentar su ultimo CD..

El público, heterogéneo generacionalmente hablando, permitió que el espectáculo se desarrollara con total normalidad. Y es lindo ver a jóvenes y no tanto mover sus brazos elevados siguiendo las ordenes de Gillan y la complicidad de Morse y Glover que no tiene problema en bajar de la plataforma principal para acercarse a la gente.


Los detalles, como todos sabemos, conducen a la virtud y la felicidad, escribe Aldous Huxley en Un mundo feliz. Es atinado entrar en algunos detalles que nos revelan la razón de un artista o en este caso de una canción: Smoke on the water, la archiconocida Humo sobre el agua.

Cuenta la leyenda que el grupo había decidido grabar el álbum Machina Head de manera que aunque fuese un disco en estudio tuviera todos los condicionantes de un directo. Para ello se habían trasladado hasta Montreux (Suiza), a orillas del lago Ginebra y escogieron el casino de la localidad para llevar a cabo su trabajo. Frank Zappa tocaba en el mismo sitio el día antes y los Deep Purple fueron invitados al evento. Como no querían mezclar su material con el de Zappa, los encargados del transporte decidieron descargarlo al día siguiente, lo que resultó ser una decisión más que acertada. En plena actuación de Zappa y su grupo (los Mothers of Invention) se desató un incendio. En pocos minutos aquello fue un infierno aunque milagrosamente no hubo victimas. El incendio duró bastantes horas y toda la zona estaba llena de humo incluido el lago Ginebra, de allí la idea del humo en el agua.

Es el final, Airley y Paice salen de atrás de sus instrumentos y el saludo. Con la huida de los integrantes del escenario solo queda la esperanza del regreso, porque sabemos que ellos seguirán simplemente haciendo rock , en directo o en estudio, pero haciendo rock, y del bueno.