Ricardo Oyola aseguró al programa Diez puntos, que se emite por Radio 2, que continúa al frente del Pami II, a pesar de que Graciela Ocaña ordenó su relevamiento y el del médico de ese policlínico Antonio Ludvik, tras investigar denuncias de que recibían dinero de un laboratorio para usar sin el consentimiento de los pacientes drogas no autorizadas.

Oyola dijo que nunca recibió un peso de un laboratorio, que la droga tigeciclina sí estaba autorizada por el Anmat y que los tratamienos con el medicamento en cuestión –un antibiótico para tratar neumonías– se realizaron sólo sobre diez pacientes que, según las historia clínicas, dieron su consentimiento.

El funcionario contó que cuando asumió ya había un comité de investigación trabajando con esta droga y que su "error" fue haberle firmado la autorización, a gente que conoce "hace 20 años", para que se aplicara a pacientes del policlínico.  

Oyola dijo que no conoce ni a uno de los diez pacientes tratados, de los cuales uno falleció. Y que hace unos 6-7 meses que se dejó de aplicar el medicamento en el Pami II.

Por su parte, Claudia Indiviglia, titular de la organización gremial Norte que nuclea a trabajadores de la obra social, sostuvo que si la notificación no le llegó a Oyola es por una demora en el trámite administrativo, pero que su alejamiento es un hecho y que el policlínico vive hoy una situación de acefalía.

Indiviglia sostuvo que la "impunidad" con que se movían los implicados era tal que en lugar de ingresar a la farmacia del policlínico vía administrativa los remedios entraban "directamente a la oficina de Ludvik".  

La decisión de relevar a los funcionarios, que surgió tras una investigación del periodista Andrés Kliphhan de Canal 9 de Buenos Aires, fue confirmada el viernes a la noche por voceros del Pami. "Me sentía muy mal, con dolores en la barriga", aseguró una de las abuelas afectadas a Telenueve. "Nunca me dijeron que era experimental", agregó otra anciana, contradiciendo a Oyola.