El presidente de la Nación Mauricio Macri recibió este martes a la tarde a la familia de Juan Cruz Ibáñez, el joven estudiante de ingeniería oriundo de Murphy que fue asesinado en su departamento de calle Zeballos al 2100. El Jefe de Estado estuvo acompañado por el ministro de Justicia, Germán Garavano. Por la familia de la víctima, estuvieron sus padres y sus dos hermanos.

Ignacio, hermano de Juan Cruz, contó al programa La primera de la tarde (Radio 2) que el presidente expresó el acompañamiento a la familia.

“Pensé que sería una reunión donde nos expresarían las condolencias pero se mostraron predispuestos a colaborar, a reunirnos de aquí en adelante. Quedamos muy satisfechos con la recepción que tuvimos a nuestro pedido”, sintetizó Ignacio.

Por otra parte, contó que su familia fue a llevar un pedido de justicia y desde el gobierno “se comprometieron a acompañar en todo el proceso judicial”.

“Tener el acompañamiento del Ejecutivo es fundamental”, expresó Ignacio.

El joven reconoció que el Ejecutivo nacional y el Poder Judicial de Santa Fe “son competencias diferentes” pero sostuvo que la familia está dispuesta a hacer “todo lo que esté al alcance” para lograr el esclarecimiento del caso.

“No vamos a tirarnos en casa a llorar. Vamos a seguir trabajando para encontrar Justicia”, indicó Ignacio.

Agregó que antes de la reunión con Macri pensaron “que sería un encuentro protocolar” cuando en realidad encontraron la predisposición del mandatario nacional quien “puso a disposición al ministro Garavano” para el seguimiento del caso.


El crimen

Juan Cruz Ibáñez, el joven estudiante de Ingeniería oriundo de Murphy fue hallado muerto el viernes 29 de julio en su departamento del segundo piso de Zeballos al 2100, a una cuadra de los Tribunales provinciales. Presentaba 20 heridas de arma blanca. 

El presunto asesino habría atacado a Juan Cruz con un cuchillo de su propia cocina. Habría trepado al segundo piso por las rejas de una clínica lindera y sorprendido al muchacho cuando dormía. La policía ubicó en el balcón una huella.

Después de cometer el homicidio procedió a robar. Sustrajo ropa, una guitarra, y un celular. Se presume que quiso llevarse el auto de Ibáñez de la cochera, pero no pudo. El coche, modelo Volkswagen Gol, estaba chocado en su parte delantera.

Al no poder fugarse en el vehículo, tocó el timbre de una vecina para que le abra la puerta del edificio. La mujer se asustó y llamó al 911. Cuando la Policía llegó ya se había ido. Para salir del edificio, rompió el sistema de llave electrónica, tomó un taxi y se fue a la casa de familiares que terminaron detenidos e imputados por encubrimiento, ya que en el domicilio se encontraron algunos elementos robados.

El taxista que llevó al supuesto asesino, al enterarse de la noticia del crimen, relacionó que el homicida podría ser el pasajero que llevó y se presentó a declarar. Su testimonio fue clave para dar con él.

Lo detuvieron el 4 de julio en un ómnibus camino a Chaco. Fue su 11ª detención en cuatro años. Ahora se encuentra en el Instituto de Rehabilitación del Adolescente (Irar), a disposición de la jueza de menores Dolores Aguirre Guarrochena.