Pedro Robledo

La exposición mediática, sumada a su enorme talento, le garantizó una altísima convocatoria, algo impensado para Fátima Florez no hace mucho tiempo atrás.

Excitada por el esfuerzo que le demandó su primera imitación (Lady Gaga), agradeció a Dios, a San Expedito y a la gente que colmó el Teatro Broadway, la sala de mayor capacidad que tiene la ciudad, por segunda vez en solo quince días.

Fátima Florez hizo una permanente referencia a los programas de TV de mayor rating, incluso muestra en pantalla a sus conductores presentando algunos de sus personajes. Es así que Tinelli presentó su imitación de Nacha Guevara y Lúdica la de Patricia Sosa.

El vértigo que le imprimió al espectáculo le ofreció espacio para una amplia lista de personificaciones: Justin Bieber, Valeria Lynch, Madonna y Liza Minelli fueron las primeras.

Con muy buen diseño de escenografía, luces, coreografía y vestuario, la actriz y humorista del año, preparó un show que simuló un viaje por el mundo tomando personajes de distintas latitudes.

Las actuaciones fueron desparejas, hubo personificaciones muy bien logradas y otras, las de cantantes internacionales por ejemplo, en donde costó enganchar al público. (tentaba más seguir a la Madonna original en pantalla gigante).

De todos modos, en los segmentos musicales compensó las imitaciones vocales imperfectas con muy buenos trabajos de coreografía.

Thalía, Soledad, Shakira, fueron imitaciones muy festejadas. El público se animó a participar aceptando la invitación de Fátima a subir al escenario en el lapso en que asumió en forma impecable el personaje de Moria Casán.

De su staff, se destacaron Griselda Ibarra cantando un tema del repertorio de Adele y Diego Restivo haciendo la romántica "Dígale" (Juan C.Calderón), además de sus bailarines llevando adelante un segmento argento que incluyó un duelo de malambo y una performance con boleadoras.

Todo transcurría y fluía hasta que el show se interrumpió abruptamente. Es que el espectáculo entró en cadena nacional.

Y es donde apareció el momento más esperado. El presentador preguntó y el público confesó que lo esperaba.
La brillante y respetuosa imitación de la figura de la Presidenta fue el momento más tenso y gozado, y hasta sonaron silbidos al nombrar a Guillermo Moreno inmediatamente apagados por la promesa del discurso que anunciaba "dólares para todos".


Un invento de Gerardo Sofovich, repetido luego con Denise Dumas, permitió mostrar en pleno la capacidad de Fátima Florez: el desafío era hacer quince personajes en breves minutos, con el objetivo de mostrar los diferentes cambios de voz y gestos.

Comenzó con Fulop, Gaby Sabattini y terminó con Charlotte Caniggia, recibiendo una interminable ovación de pie.
El plus fue un musical encarnando a Rafaella Carrá, culminando dos horas de un show que dejó claro su inmenso talento y lo que suma formar parte del selecto grupo de artistas con fuerte presencia en la televisión.