Luego de una extensa gira por el país, “Fátima Florez es única...La presidenta del humor”, se presenta en Rosario este viernes y sábado a las 21.30, en el teatro Brodaway, San Lorenzo 1223.

La actriz, vedette y humorista Fátima Florez despliega en el espectáculo treinta personajes que van de Nacha Guevara a Valeria Lynch y de Moria,  a Gabriela Sabattini, entre otros.

Y, si bien lleva tiempo en los escenarios –ya sea en apuestas propias o ajenas– su caracterización de la presidenta Cristina Kirchner en el programa Periodismo para todos (PPT), que conduce Jorge Lanata, resultó el gran resorte para su popularidad.

Con una apuesta que incluye doce artistas en escena, Florez señala, en diálogo con Rosario3.com, que el espectáculo ha ido cambiando con el agregado de personajes y, también, porque el humor es una ventana permeable a la actualidad.

—¿Hay algún personaje que te haya costado más que otro?

—Sí, hay varios. En verdad, todos cuestan mucho. Son menos los que salen más fáciles.

—¿De qué depende esa variación en la dificultad?

—Es complejo porque uno no está usando la voz de uno, entonces tenés que hacer inflexiones muy diferentes a las que una tiene. Melodías diferentes, porque cuando uno habla tiene una melodía diferente. Cuando imitás a un personaje cambia totalmente todo esto. También cambian los gestos y la  forma de pensar, porque sos otra persona, otra cabeza, otro cuerpo. Entonces, son muchas cosas las que arman un personaje. Y todo eso requiere de mucho tiempo, concentración y training.

—En el espectáculo tenés una veintena de cambios de vestuario y treinta personajes ¿Cuál es la clave para no perderse?

—El entrenamiento, porque yo esto lo hago hace varios años. Y, creo, este espectáculo lo hubiera podido hacer antes. O sí, pero me hubiera costado mucho más. Hay que tener un poder de concentración muy grande porque una milésima de segundo que perdiste en cambiarte y perdés una coreografía. Y con los cambios de color de voces es lo mismo.

—¿Te cuestionaron alguna caracterización?

—No. Por ahí hubo gente a la que no le gustó, pero no me dijo nada. Siempre tuve la suerte de que los personajes que elegí hacer, en televisión o teatro, gustaron.

—Los guiones en los espectáculos teatrales los trabajás con tu marido (que también es el director de la obra) Norberto Marcos ¿Cuál es la dinámica en Periodismo para todos?

—No, los de la tele los hacen tres guionistas.

—¿Y vos tenés alguna potestad para cambiar algo que no te gusta?

—Sí, de hecho lo hice en algunas oportunidades con textos que no me cerraban mucho o no me convencían. Pedí de cambiar algunas líneas y me dieron el okey, la total libertad de poder hacerlo.

—¿Sentís que fue la caracterización de la Presidenta en televisión, pese a que ya la habías encarnado en teatro, la que marca un antes y un después en tu carrera?

—Sí, totalmente. Si bien yo venía trabajando muy bien desde hacía varios años –ya había tenido un empujón en 2009 con Showmatch–, el personaje de “Cristina” en Lanata (PPT) hizo que sea muy fuerte todo lo que pasó. Yo no pensé que iba a tener tanta repercusión a nivel mediático y a nivel público, pero bueno, en un programa con tanto rating y que es un programa político…no, no pensé que iba a pasar todo lo que pasó.

—¿Y tuviste algún comentario o crítica de la imitación por parte de Cristina o su entorno?

—No, nunca tuve ninguna crítica, ni buena ni mala, por parte del entorno de la Presidenta. Sí me pasó que, en una gira, vino la mamá de (Florencio) Randazzo a verme a la obra, y se quedó a la salida a esperarme para sacarse fotos conmigo, y para felicitarme por el respeto con el que yo encaraba el personaje.

—¿Tenés planes para la temporada de verano?

— Vamos a llevar “Única” a Carlos Paz, obviamente cambiando personajes, cambiando rutinas, así que es otro espectáculo. Este espectáculo, en realidad, va mutando desde que debutó hasta el día de hoy porque hemos incorporado muchas cosas. El que lo vio hace un año se va a encontrar con que ahora es otro.

—¿Sos de improvisar mucho?

— Sí, porque te dría que ahí es donde salen las cosas más graciosas y el público lo disfruta mucho. Yo tengo mucho contacto con el público. Y en dos momentos del espectáculo subo gente y vamos pasando de la emoción a la risa.