La intendenta Mónica Fein consideró “desafortunadas” las declaraciones del presidente del Concejo, el también socialista Miguel Zamarini, en las que la calificó de intolerante, llamó a dar las discusiones al interior del Frente Progresista y no públicamente y sugirió que este ataque en su contra tiene que ver con su condición de mujer.

“No voy a contestar a ninguna cuestión que nos lleve a debate públicos. Discutiremos en el marco del Frente Progresista y trabajaremos soluciones para la ciudad, que es lo que nos pide la gente”, dijo la intendenta.

Pero luego pasó algunas facturas. Recordó que Zamarini “no pudo asistir” a la última reunión del Frente Progresista que se realizó en diciembre, instó a “no generar polémicas innecesarias” y avanzó: “Mi límite es la violencia, la pobreza, la exclusión; lo demás es debate político”.

Luego, remarcó que “no hay ruptura en la relación”, que es lo que dio a entender Zamarini, y fue por la cuestión de género, acaso emparentándose con la presidenta Cristina Kirchner: “Cuando gobernamos mujeres hay tendencia a ponernos en lugar de intolerantes cuando no pensamos igual”.

Además, adelantó que se llamará a una reunión del Frente Progresista y expresó su deseo de que esta vez sí Zamarini pueda ir.