Solemos pensar que los dolores de rodilla son más frecuentes en los ancianos o en los deportistas. Sin embargo, se trata de una dolencia que afecta a todas las edades, profesiones y actividades. Puede comenzar repentinamente tras hacer un movimiento determinado y al principio ser una molestia leve que va empeorando.

La rodilla es una articulación muy compleja que conecta el muslo con la pierna, resultando el punto de contacto entre la tibia, el fémur y la rótula. Los huesos están unidos por medio de ligamentos y tendones, mientras la presencia de cartílago favorece el movimiento. También presenta dos cojinetes llamados meniscos y bolsas o sacos de líquido que reducen la fricción y protegen la estructura de la rodilla.

Dado que las extremidades inferiores soportan el peso de todo nuestro cuerpo es bastante frecuente la aparición de lesiones e inflamaciones graves en las rodillas, que se manifiestan con un dolor persistente en la zona afectada. Muchas de ellas solo es posible tratarlas quirúrgicamente, pero otras pueden ser aliviadas mediante cuidados en el hogar y tratamientos no convencionales. Por eso, a continuación verás cuáles son las distintas causas del dolor de rodillas en dependencia del tipo de tratamiento que precisan.

Afectaciones que necesitan tratamientos quirúrgicos

- Lesiones deportivas: Implican el desgarramiento de tendones, cartílagos y ligamentos causado por súbitos cambios de dirección mientras se corre, giros violentos y extensiones forzadas. Normalmente se realiza una cirugía artroscópica que le permite al paciente recuperarse en dos semanas.

- Fracturas, luxaciones o dislocaciones: Pueden llevar a desgarramientos. Suelen ser tratadas por osteosíntesis y, de ser simples las fracturas, no existe daño permanente.

- Artrosis u osteoartritis: Ocurre como consecuencia de lesiones, deformidades o desgaste por la edad. Las más comunes son el genu varum (la rodilla se flexiona en forma de O) y el genu vaxum (las piernas se arquean en forma de X). Se diagnostica mediante radiografías y se trata con abordajes artroscópicos.

- Ratón articular: Lesión del cartílago en el límite cartílago-hueso. Muy difícil de diagnosticar.

- Tumores óseos: Muy poco comunes.

Afectaciones que permiten tratamientos no convencionales

- Golpes o traumatismos directos o indirectos

- Artritis o inflamación aguda de la rodilla: Puede tener muchas causas, entre ellas malas posiciones, desgaste, enfermedades reumáticas  e infecciones.

- Tendinitis: Inflamación del tendón debido a la utilización de calzado inadecuado, repetición de ejercicios erróneos o malas posturas.

- Esguince o torcedura: Rasgadura, distensión o estiramiento excesivo de algún ligamento, debido a un movimiento brusco, caída, golpe o fuerte torsión. Generalmente precisa inmovilidad para su curación.

- Bursitis: Inflamación de las bolsas o bursas de la rodilla, generalmente causada por laceración o abrasión. Necesita tratamiento antiinflamatorio, reposo y vendajes compresivos.

- Quiste de Baker (Medlineplus): Se forma una protuberancia llena de líquido en la zona posterior de la rodilla. La inflamación puede dar lugar a molestias, dolor y restricción de movimientos.

- Enfermedad de Osgood-Schlatter: Inflamación de la zona frontal y posterior de la rodilla.

A continuación, algunos consejos para evitar el dolor de rodilla a partir de la prevención y detección de potenciales problemas.

- Chequeo corporal: Es conveniente ir a un médico especializado para que pueda detectar problemas en nuestra conformación física que determinen la aparición de dolor de rodillas. Puede tratarse de un problema de alineación corporal. Si al pararte derecho, juntando los tobillos, las rodillas también se tocan, entonces podrías descartar este problema. También es bueno saber si tienes pie plano, ya que esto podría ser otra causa de dolor de rodilla y tobillos.

- Calzado adecuado: Si vas a practicar deportes, realizar actividad física o simplemente evitar problemas al caminar durante una larga jornada de trabajo, debes elegir el calzado adecuado. Dependiendo de la actividad o tipo de ejercicios, tu condición física, si necesitas calzado correctivo, hay un calzado perfecto para cada tipo de pie. Atender a esto que parece tan simple, puede ser determinante. 

- Evitar ejercicios de alto impacto: Si practicas una rutina de ejercicios de alto impacto, posiblemente debas rever el tipo de ejercicios que estás haciendo. Correr y saltar sobre superficies duras puede ser una de las causas del dolor de rodilla, ya que son ejercicios que pueden provocar problemas articulares, musculares y óseos. Además. podría verse agravado por el sobrepeso y el uso de calzado inadecuado para estas actividades.

- Mantener el peso ideal: Como siempre, el sobrepeso es uno de los agravantes o causa directa de muchos problemas físicos. Si tienes problemas de peso, esto podría repercutir en tus rodillas, ya que las articulaciones se ven sobreexigidas, causando dolores y posibles lesiones. Si te cuesta comenzar una dieta, al menos debes tomar en cuenta estos consejos para hacer ejercicio con sobrepeso.

- Fortalecer los músculos de las rodillas: Una de las formas más simples de evitar y combatir el dolor de rodillas es fortaleciendo la musculatura dependiente. Ligamentos, articulaciones y músculos importantes convergen en este punto, por lo que debemos hacer ejercicios de fortalecimiento para que el cuerpo absorba los impactos de la mejor manera posible y evitar posibles lesiones. Hay varios ejercicios para hacer en casa, muy sencillos y efectivos.