Los querellantes de la causa Franco Casco, el joven de Buenos Aires que fue hallado sin vida en Rosario luego de estar detenido en una comisaría de la ciudad, sostienen que se encuentran “muy cerca de poder llamar a indagatoria” a los presuntos responsables de esa muerte.

En una conferencia de prensa realizada este jueves frente a Tribunales Federales, junto a la Multisectorial de organizaciones sociales, gremiales y políticas que apoya el reclamo, los abogados afirmaron que esperan una pronta citación de los acusados por parte de la Justicia.

“Las pruebas producidas en los últimos meses nos permiten confirmar nuestra hipótesis inicial de que Franco fue desaparecido por personal de la comisaría 7ª, luego de haber estado detenido en esa dependencia y de haber sido sometido a torturas y tormentos”, afirmó Guillermo Campana, abogado de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud.

En el acto, que fue también en pedido de justicia, agregaron que “en base a nuevo material probatorio” lograron que el Juzgado Federal N° 3 de Rosario, a cargo del doctor Carlos Vera Barros, autorizara una nueva autopsia, la cual se encuentra pendiente de realización.

A raíz de estos nuevos elementos incorporados al expediente, “surgen indicios relevantes de que estaríamos en presencia de un caso de muerte violenta”, señalaron desde la querella.

Agregaron que, siendo que “aún no se cuenta con información sobre el momento preciso” en que se produjo el fallecimiento y su causa, “si bien hay una autopsia realizada por el Instituto Médico Legal de Rosario (la cual fue curiosamente incompleta, encubridora y parcial), con posterioridad se han incorporado nuevas pruebas que podrían modificar la situación objetiva en la que se encontraba el cuerpo de Franco Casco al momento del hallazgo”.

“Esas circunstancias no surgen de dicha pericia, por ello se justifica la necesidad de realizar una nueva autopsia sobre el cadáver”, exigen.

En contacto con el móvil del periodista Gustavo Poles, de Radio 2, los abogados reforzaron el reclamo de investigar los hechos desde la noche del lunes 6 de octubre de 2014 –cuando el paradero de Franco comenzó a ser un misterio– y no desde el martes 7, cuando según los registros oficiales ingresó a la comisaría 7ª.

Celebraron, en ese sentido, que el caso haya pasado a manos de la Justicia Federal, ya que la provincial, según su apreciación, fue “una pseudo investigación que tomó como fuente la versión policial y de esta manera no se investigó desde el día anterior de la detención, con cámaras de seguridad y demás material”.

Prisión preventiva

Al finalizar la conferencia, remarcaron que “con los resultados de esta nueva inspección sobre el cuerpo de Franco, más las contundentes pruebas que han sido incorporadas oportunamente, y de las cuales no podemos dar mayores detalles para cuidado de la investigación, nos encontraremos en breve en condiciones materiales de llamar a indagatoria y solicitar conjuntamente la inmediata prisión preventiva para los presuntos responsables penales de la desaparición forzada de Franco Casco”.

Casco, de Florencio Varela, vino a Rosario a visitar a su familia y desapareció el pasado 6 de octubre. Lo último que se supo sobre él fue su detención en la seccional 7ª. Tras el pedido de familiares y allegados comenzó la búsqueda que finalizó con el hallazgo del cuerpo sin vida en el río Paraná, el 30 de octubre, aunque luego un estudio determinó que el joven no murió ahogado.