La personalidad de Augusto Pinochet, fallecido en el Hospital Militar de Santiago, la estampó el propio ex dictador chileno en una serie de frases pronunciadas en entrevistas y discursos que lo retratan mejor que cualquier descripción de terceros.

Pinochet sólo lloró en público una vez, el 10 de marzo de 1998, cuando se despidió del Ejército, en un fuerte contraste con sus primeras intervenciones públicas desde que en 1973 encabezó el cruento golpe que derrocó a Salvador Allende.

Pinochet se caracterizó por sus frases tajantes y sentencias definitivas, en un estilo militar propio de su oficio y dones de mando, que muchas veces lo hicieron irse de la lengua y obligaron a sus asesores a aclarar lo que el general había querido decir.

Desde que el 11 de septiembre de 1973 dijo a un subalterno que a los miembros del gobierno derrocado "los ponemos en un avión y en el camino los van tirando para abajo", hasta que el pasado 25 de noviembre dijo que asumía la responsabilidad política de sus actos y los justificó "por amor a la patria", son decenas las frases de Pinochet que merecen recordarse.

Sobre su gobierno: "Creo que ningún suceso político, desde el nacimiento de Chile a la vida independiente, tendrá tanta trascendencia como el 11 de septiembre".

"Gracias a Dios, creo que tengo los pantalones amarrados con fierro". "Esto no ha sido nunca una dictadura. Ha sido una dictablanda".

Sobre su autoridad: "Yo no acostumbro a amenazar. Sólo advierto una vez. El día que me toquen a alguno de mis hombres se acabó el estado de derecho". "Con los años, me van a estar pidiendo que vuelva el gobierno militar". "En este país no se mueve una hoja sin que yo lo sepa".

"La mentira se descubre por los ojos y yo muchas veces mentía, por eso usaba anteojos oscuros".

Sentencias políticas: "Soy democrático, pero a mi manera". "El diálogo es un juego que tienen los comunistas. A mí no me interesa". "Pluralismo: ¿Sabe cómo llamo yo a eso? Beatería política".

Sobre los derechos humanos: "Miren qué economía más grande (al descubrirse sepulturas con dos o tres cadáveres en cada una)". "Yo no conozco eso de los derechos humanos. ¿Qué es eso?". "Los derechos humanos son una invención, muy sabia, de los marxistas". "Entre asegurar los derechos de unos 10.000 disociados o garantizar los de diez millones, no tuvimos duda".

Sobre la religión: "Soy católico, apostólico y romano, pero no ingenuo". "Yo obtengo mi fuerza de Dios". "El demonio es manejado por Moscú". "En los orígenes de la religión católica estuvieron San Pedro y San Pablo. Estos dos caballeros se pelearon seis años y casi llegaron a las trompadas. Ahora, si esos santos varones no pudieron ponerse de acuerdo, calcule para nosotros".

Sobre la economía: "Soy el general de los pobres". "Hay que cuidar a los ricos para que den más". "Tratamos de hacer de Chile un país de propietarios y no de proletarios".

"De cada diez chilenos, uno tendrá automóvil, de cada cinco, uno tendrá televisor y de cada siete, uno tendrá teléfono".

Sobre hechos y figuras del exterior: Fidel Castro: "Un hombre de mucho carisma. Es valiente Fidel Castro. Político ...con una manita de hierro. Lo mantiene la fuerza. Fusiló hasta a su amigo íntimo. Yo le habría dado cadena perpetua o expulsado del país, pero él lo fusiló".

Ejército alemán: "Se ha convertido en un grupo de marihuaneros, o sea melenudos, homosexuales y sindicalistas". Martín Balza (jefe del Ejército argentino): "No estuvo bajo ninguna bala...nosotros sí".

EE.UU.: "Ellos nunca han ganado una guerra. La Segunda Guerra Mundial la ganaron los rusos; la de Corea la ganaron los rusos; en Vietnam ganó Rusia; en Nicaragua ganó Rusia. ¿Y en Irán quién ganó? Good bye". Perestroika: "Son los principios leninistas, envasados en otro papel".

"Díganles a mis amigos que me saquen de aquí" (nueve días después de ser detenido en Londres, el 18 de octubre de 1998).

"Reflexionando y meditando, soy bueno. No tengo resentimientos, tengo bondad".

En su despedida del Ejército: "Gracias, Patria Mía, he sido tu soldado y ello me hace feliz".

"¿Pedir perdón? Que lo pidan ellos".

En su 91 cumpleaños: "Cerca del final de mis días quiero manifestar que no guardo rencor a nadie, que amo a mi patria por encima de todo, que asumo la responsabilidad política de todo lo obrado".