El insecto Micronecta scholtzi es el más ruidoso de la Tierra. Mide tan sólo dos milímetros y para atraer a las hembras canta con una potencia de hasta 99,2 decibelios, el equivalente a escuchar a una orquesta en primera fila.

La chinche acuática produce el canto frotando su pene contra el abdomen, en un proceso conocido como estridulación.

"Increíblemente, aunque el 99 por ciento del sonido se pierde al pasar del agua al aire, el canto es tan intenso que una persona que anda por la orilla puede de hecho oír a estas diminutas criaturas cantando desde el fondo del río", señala en una nota el biólogo James Windmill, de la universidad de Strathclyde.

"Desde el punto de vista biológico, el estudio puede contribuir a la conservación de las especies, ya que registrar los sonidos de los insectos puede servir para hacer un seguimiento de la biodiversidad, mientras que desde el punto de visto de la ingeniería podría ser aprovechado por la acústica para los sistemas de sonar", dijo Windmill.

Fuente: Efe.