Una nueva investigación científica determina que fumar altera el cerebro igual que otras drogas “duras”. Según el estudio, consumir tabaco provoca cambios duraderos en el cerebro similares a los que experimentan los animales cuando consumen cocaína, heroína u otras drogas adictivas.

La investigación fue llevada a cabo por científicos estadounidenses del Instituto Nacional de Toxicomanía quienes analizaron el tejido cerebral de fumadores y no fumadores fallecidos. La conclusión fue que el cerebro de los fumadores presentaba alteraciones, aunque hubiesen dejado el tabaco años antes.

Un equipo de los científicos norteamericanos liderado por Bruce Hope analizó los niveles de dos enzimas encontradas dentro de las células cerebrales conocidas como neuronas. Tanto los fumadores como los ex fumadores tienen niveles elevados de esas enzimas.

Hope dijo que otros estudios habían mostrado los mismos resultados en animales a los que se les había administrado cocaína y heroína, y en los que quedaba claro que las drogas causaban los efectos. "Esto sugiere contundentemente que los cambios similares observados en fumadores y ex fumadores contribuyeron a su adicción", agregó en un comunicado. Los expertos en tabaquismo llevan mucho tiempo diciendo que la nicotina es, como mínimo, tan adictiva como la heroína.

Michael Kuhar de la Universidad de Emory en Atlanta, un especialista que no estaba involucrado en el estudio sostuvo que "los datos muestran que hay cambios químicos duraderos en los cerebros de los humanos. Los cambios químicos aislados sugieren la base fisiológica de una adicción a la nicotina".