Ricardo Robins
La dispersión de votos en la elección para concejales de Rosario permitió a las principales fuerzas acomodar lecturas favorables y, a casi todos, celebrar. Aunque hubo más allá de las palabras, ganadores y claros perdedores. El Frente Progresista con Miguel Cappiello a la cabeza se impuso cómodo con 27,2 puntos, segundo finalizó el Frente para la Victoria de Héctor Cavallero con 19,6 y apenas detrás se ubicó Unión PRO con Ana Martínez, que cosechó 18,1. La gran elección de Anita marginó al radical Jorge Boasso al cuarto lugar, con 12,1 por ciento. La segunda sorpresa la dio Carlos Cossia, de Unite, con 5,5 puntos que le permiten ingresar al Palacio Vasallo por la disputada banca núnero 13 (algo que el conteo defintivo deberá confirmar).
Con esos guarismos, escrutadas el ciento por ciento de las 2.202 mesas en la ciudad, el reparto de los ediles entre esas fuerzas es: Frente Progresista 4, Frente para la Victoria 3, PRO 3, UCR 2 y Unite 1.
En el repaso fino de los números, algunos vencedores en realidad perdieron terreno y otros que en apariencia llegaron más atrás, sumaron fuerza en la puja de futuro Concejo, que desde diciembre estará más que nunca signado por la busca de consensos.
Cappiello festejó eufórico los 142 mil votos que obtuvo, casi 40 mil más que el segundo, y 16 mil por encima de los que cosechó todo el Frente en las internas de agosto. Sin embargo, su lista no logró el objetivo de retener las cinco bancas para el nuevo Palacio Vasallo y cosechó cuatro, siempre según el escrutinio provisorio. En términos reales el oficialismo retrocedió en un comicio que fue legislativo.
Cavallero mantuvo el segundo puesto y si bien quedó lejos del socialismo y sus aliados, casi ocho puntos detrás, al ubicar tres ediles cuando el Frente para la Victoria ponía dos en juego se dio por satisfecho. Obtuvo 103 mil votos (cinco mil más que todo ese espacio en agosto). El Tigre valoró también que ganó en los barrios más alejados del centro y que casi el 75% no apoyó al gobierno local. De hecho, fue el único que le pudo arrebatar al menos seis seccionales al Frente Progresista, pero en otros distritos terminó cuarto.
Más clara y sin fisuras fue la celebración de Ana Martínez. Fue todo ganancia para la periodista y para el PRO, que se consolidó como tercera fuerza. Anita no sólo retuvo los 79 mil votos que la fuerza había logrado en las internas, sino que los elevó a 95 mil. El espacio sumó tres nuevos ediles (ponía uno solo en juego) y tendrá un bloque de seis en el Concejo (el socialismo -por caso- tendrá cuatro solo y ocho con sus aliados).
La contracara fue el radical Jorge Boasso, que se quedó con 12,1 por ciento y fue el único en sacar menos votos totales que en las internas. Había cosechado 65.475 y bajó a 63.884. Su consuelo es haber sumado –además de su reelección– a Sebastían Chale como segundo edil. Sin embargo tuvo gusto a poco de cara a sus aspiraciones para ir por la intendencia en 2015. Objetivo al que estuvo lejos de renunciar este domingo, e incluso observó una merma del oficialismo.
La gran sorpresa de la jornada fue la del veterinario Carlos Cossia que afianzó su buen desempeño en las internas, llegó al 5,5 y ganó la banca 13. La pelea por ese escaño era con el Frente Progresista. La diferencia era mínima. Unite sumó 28.907 y por el sistema D´hont le sacaba 350 votos de distancia al quinto lugar del oficialismo ocupado por la socialista Verónica Irízar.
Desilusiones y esperanzas a futuro
Pese a la estructura de La Cámpora y al reciente apoyo de quien fuera la peronista más votada en Santa Fe, María Eugenia Bielsa, Sebastían Artola no pudo levantar la baja performance de agosto y quedó séptimo en estos comicios, con 3,37 (17 mil votos). La apuesta de ir por fuera del Frente para la Victoria no le dio sus frutos a este sector kirchnerista que no hace pie en Rosario.
Un resultado parecido desde los números pero con un recorrido distinto desde la construcción refleja la elección del Frente para la Ciudad Futura. El partido que creó –y debutó este año– el Movimiento Giros entró sexto con 3,47 puntos (18 mil votos). El espacio, sin experiencia en elecciones y a pura militancia de jóvenes, sumó 10 mil sufragios más que en las internas de hace dos meses.
Alberto Cortés, que aspiraba a la reelección desde el Frente Pueblo Sur, quedó muy lejos con 2,27 puntos (11 mil votos). Otra hubiese sido la historia para Cortés y Monteverde si hubiesen avanzado en las negociaciones para ir en un frente juntos: sus votos sumados superaban los de Cossia. Pero ni la política es suma directa, ni la división de la izquierda es historia nueva.
Desde ese sector del electorado, Edmundo Finkelstein, del Frente de Izquierda, cosechó otros 11 mil votos y terminó noveno.
Ni efecto Massa, ni cumbia
Los últimos cuatro espacios que completaron el resultado fueron Verónica Baró Graf, de Cien por ciento santafesino, partido que se presentó como referente del Frente Renovador de Sergio Massa pero no estuvo ni cerca de capitalizar la imagen del intendente de Tigre -gran ganador en Buenos Aires.
Sólo 3.500 personas (0,67 por ciento) se dejaron seducir por el jingle a pura cumbia de Carina Ivascov, del Partido Autonomista. Samuel Falcón y Viviana Willie Billi apenas superaron el medio punto porcentual.
Fuerte descenso de los anulados y blancos
La cantidad de votos anulados y blancos para concejales en Rosario, con el sistema de boleta única, se redujo de forma notoria con respecto a las internas. De los 10,4 puntos de las internas (55 mil electores), ahora solo 4,9 anuló (27 mil). El blanco descendió de 4,5 (23 mil) a 2,2 (11 mil).
Las dos ciudades
Cappiello se impuso en 16 de las 22 seccionales y sacó buena diferencia en el centro. Sin embargo, Cavallero hizo una muy buena elección en los barrios más alejados del centro. Ganó en seis distritos: Nuevo Alberdi, Empalme Graneros, la 21 de zona sur, 19 zona oeste, 18 sudoeste y la 17 de Fisherton.
Sin embargo, el Tigre entró tercero y hasta cuarto en las zonas más céntricos, detrás de Anita Martínez e incluso de Boasso en algunos casos. Por eso, Cavallero no terminó de redondear una mejor elección.
Buena asistencia
La participación de los rosarinos este domingo fue alta. El primer dato en darse a conocer apenas cerraron los comiciosfue que el nivel de asistencia rondaría el 75 por ciento. Y así fue: concurrieron a las mesas 553.351 electores, el 73,58 por ciento de los 752.069 habilitados.