“Este miércoles mantuvimos una extensa reunión con la UTA (por el gremio), donde analizamos todos los temas en profundidad, y por separado nos reunimos con la Secretaría de Seguridad, quien se comprometió a velar para que no haya inconvenientes por el partido”, dijo el funcionario en el programa La primera de la tarde.
Sin embargo, aclaró que si bien “se hicieron todos los esfuerzos para garantizar el transporte esta tarde, las eventualidades no se prevén”, y deseó “que no haya ninguna agresión grave a ningún chofer”.
Citarán a clubes
En ese sentido, Seghezzo adelantó que la Municipalidad prevé “convocar también a las autoridades de los clubes para tratar este tema, ya que como sociedad no podemos naturalizar que se destruyan los coches o se agreda a sus conductores”.
“Entre todos tenemos que analizarlo y encontrarle una solución”, señaló el funcionario local, aunque no brindó mayores detalles sobre qué planteo harán, eventualmente, a las dirigencias de Newell´s Old Boys y Rosario Central.
Salida anticipada en escuelas
Como los choferes amenazaban con interrumpir el servicio si se producía un acto de violencia contra algún colectivo en el traslado de los hinchas que iban al partido Newell´s-Boca, en varios colegios decidieron adelantar el fin de las clases en el turno tarde.
Por ejemplo, en el Normal 1, se fijó la salida para las 16.10 y otros establecimientos y entidades también anticiparon el final de la jornada para eludir posibles inconvenientes.
Trabajan, pero en alerta
Por lo pronto, en el mismo programa de Radio 2, Sergio Copello, secretario adjunto de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), aclaró que no hay ningún paro declarado y que el servicio se prestaba este miércoles con normalidad, salvo que se produjera algún incidente. En ese caso, sí se interrumpiría el servicio, como pasó con el partido de Central de este martes a la noche.
Mientras tanto, el municipio anunció que hará una presentación formal ante el Ministerio de Trabajo "para frenar los paros sorpresivos de transporte".
Más temprano, en diálogo con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra, Manuel Cornejo, histórico dirigente de la UTA, sostuvo que a los choferes “no les queda otra arma” que no subirse a los colectivos si hay ataques. “La violencia va más allá del destrozo a las unidades”, se quejó Cornejo y aclaró que no todos los hinchas pero sí “un grupito de energúmenos” arrasan con todo. Vidrios rotos, techos destrozados y colectiveros golpeados suelen ser –según el gremialista– la postal del tercer tiempo.
Pero desde el Palacio de los Leones aseguraron que la solución no es dejar sin servicio a los rosarinos. El secretario de Gobierno Fernando Asegurado se quejó a través del móvil de la radio sobre los últimos cuatro cortes de transporte en menos de diez días; y anticipó que su par de la secretaría de Servicios Públicos, Pablo Seghezzo se dirigía esta mañana a la cartera laboral para impedir nuevos paros. "Si la preocupación de los choferes era el entorno del estadio –criticó Asegurado– no se entiende por qué dejaron sin servicio a líneas que pasaban a 20 cuadras de allí".
De cualquier forma, Cornejo insistió en la necesidad de arribar a un rápido compromiso, aunque admitió que sabe que no será fácil, más aún cuando casi todas las opciones se han agotado: “No podemos poner un efectivo policial porque se lo llevan puesto; que un patrullero siga al colectivo ya sucedió pero no se pueden llevar presos a todos, los bajan y se vuelven a subir a otra unidad después”. Tampoco ve como solución disponer de colectivos que trasladen de forma gratuita a los hinchas porque de hecho, ya ahora “se suben atropelladamente no pagan el boleto”.
Así las cosas, desde la UTA acarician la idea de interrumpir momentáneamente el servicio antes, durante y después de cada partido; o bien, copiar a la capital provincial y conseguir que algunos partidos especialmente peligrosos –los clásicos entre ellos– se jueguen sin público visitante.
No obstante, para el subsecretario de Transporte de Santa Fe ciudad, Sergio Ludueña, el tema es “sumamente complejo y no existen soluciones finales ni aceptables” aunque señaló que “no es ningún enigma de dónde vienen los problemas, pero si es una enigma la solución”. De este modo, se refirió a las barras de los clubes, que a diferencia del resto de los hinchas, acceden a los estadio sin control alguno. En tal sentido, estimó que la cuestión excede lo que se pueda hacer en materia de transporte sino que requiere de otro tipo de decisión de parte del Estado.