Así, el todavía secretario de Gobierno municipal no sólo defendió su capacidad personal sino también la necesidad de tener un control político del área que maneja la policía. Ghirardi fue nombrado una semana después de que el gobierno primero designara a un ex policía, José Luis Giacometti, y luego diera marcha atrás en la designación. El tema del control político sobre la fuerza fue eje central del debate que derivó en las idas y vueltas de la semana pasada.
“Me halaga que el gobernador piense que puedo ocupar este rol. Lo asumo como un desafío personal y además porque veo el tema seguridad como la gran prioridad de los santafesinos”, afirmó el funcionario que saltará de la Municipalidad a la provincia.
Ya entrando de lleno en lo que será su gestión, no descartó inminentes cambios en la cúpula policial. En ese sentido, mencionó que el ministro Alvaro Gaviola suspendió hasta el 2 de enero el tema de los análisis con la ideas de “analizar legajo por legajo” y “minimizar errores”. “De allí veremos si es necesario producir cambios o no. Hay que ir gradualmente mirando desempeños y si hay que hacer correcciones las haremos”, abundó.
Consultado sobre las polémicas declaraciones del gobernador Hermes Binner sobre la “sensación” de inseguridad, Ghirardi aclaró que de ninguna manera se relativiza la problemática real. En ese sentido, dijo que el “incremento en la inseguridad” es un “hecho objetivo” y “preocupante”, pero a la vez marcó diferencias con lo que pasa en el Gran Buenos Aires.
Igualmente, sostuvo que “hay que ponerse con mucha fuerza a tomar el tema para que no haya desbordes” como en la provincia vecina.
