Vestido con su ya típico jean blanco y acompañado por sus abogados Paul Krupnik y José Nanni, llegó este viernes a Tribunales el hombre del momento, Javier Bazterrica. Su estadía fue brevísima, entró cerca de las 10.30 y para las 11 ya estaba arriba de un taxi con destino desconocido. Pagó la fianza y se fue. La jueza Delia Paleari había fijado su libertad en 10 mil pesos. “Soy inocente”, aseguró. 

Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, Bazterrica entró al palacio de Justicia poco antes de las 10.30 por la puerta que habitualmente utilizan los detenidos, la de Moreno y Montevideo. Allí fue recibido por reporteros ansiosos que querían sus palabras y muchos curiosos. Una mujer le gritó “estafador” y un hombre le pidió a a viva voz: “Entregá la receta”. 

Hacia las 10.40, el gigoló ya comparecía ante Paleari por los delitos de estafa y lesiones leves y para las 11 ya estaba arriba de un taxi. Antes de que el chofer pusiera primera alcanzó a desearle “suerte” a la ex novia rosarina que lo denunció e insistió en su inocencia. “Confío en la Justicia”, remató. 

La causa, que se abrió a partir de la denuncia de F. –por entonces estudiante de abogacía, hoy empleada judicial– había pasado de Correccional a Instrucción. En el interín, se esperaba que Bazterrica se presentara a indagatoria pero como nunca lo hizo lo declararon en rebeldía y ordenaron su captura. Ahora, a partir de su exposición mediática tras el escándalo por la hermana de Flavio Mendoza, se reactivó el trabajo sobre su captura.

De acuerdo a la denuncia de F., que este miércoles habló con El Tres, Bazterrica la estafó por 80 mil pesos. En tres meses, el gigoló había logrado ganarse su confianza y la de su familia y llegaron incluso a convivir un tiempo y pensar en casamiento. 

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Paul Krupnik (Radio 2)