Diego Maradona se propuso nuevamente llevar una vida sana para mantenerse en forma y los resultados ya están a la vista. El Diez bajó seis kilos en las últimas semanas gracias a una estricta rutina que mantiene junto a su novia, Verónica Ojeda, con quien ahora se encuentra en México para ver a Boca por la Copa Libertadores ante el Atlas, este martes.
Al ex futbolista se lo notó mucho más delgado cuando arribó el domingo al aeropuerto internacional de México junto con su novia Verónica (39), su cuñado Fernando (22) y la esposa de éste, Heidi (22), según una nota de la revista Caras que reproduce el diario Perfil en su edición digital.
Tres años después de colocarse un by pass gástrico en Colombia, gracias al que bajó más de 40 kilos, Diego recuperó buena parte del peso perdido, pero ahora se sometió junto a su pareja a un plan alimentario ideado por el doctor Máximo Ravenna, por recomendación de su médico personal, Alfredo Cahe.
Maradona y Ojeda asisten semanalmente a la clínica para realizarse los controles a manos de un equipo integrado por el doctor Mario Stisman, la nutricionista Mariana Acébal y la psicóloga Georgina Alonso, entre otros profesionales.
Y según aseguran sus allegados, el ex capitán de la selección argentina sigue al pie de la letra la dieta hipocalórica, basada en un menú semanal personalizado, que aconseja beber cuatro litros de líquidos por día, como gaseosas light, agua e infusiones.
Algunos días de la semana Diego adquiere las viandas en el centro de Ezeiza, donde vive, y otros es la propia Verónica la que se encarga de preparar el menú para su novio.
Como desayuno, toma café cortado con leche o mate, y un yogur o una fruta. A la hora del almuerzo, debe ingerir sopa de crema bajas calorías, un tomate relleno con atún sobre colchón de lechuga y medio huevo duro. Por la tarde, suele beber un cortado o mate con dos rollos de jamón y dos de queso, o un yogur o una fruta. Para la cena elige pescado o pollo (sólo 150 gramos), media manzana al horno o alguna ensalada de verduras crudas. Las opciones son muy variadas y la consigna es nada de harinas en esta primera etapa, que resultó un éxito para Diego, ya que bajó de peso en forma acelerada.
Al ex futbolista se lo notó mucho más delgado cuando arribó el domingo al aeropuerto internacional de México junto con su novia Verónica (39), su cuñado Fernando (22) y la esposa de éste, Heidi (22), según una nota de la revista Caras que reproduce el diario Perfil en su edición digital.
Tres años después de colocarse un by pass gástrico en Colombia, gracias al que bajó más de 40 kilos, Diego recuperó buena parte del peso perdido, pero ahora se sometió junto a su pareja a un plan alimentario ideado por el doctor Máximo Ravenna, por recomendación de su médico personal, Alfredo Cahe.
Maradona y Ojeda asisten semanalmente a la clínica para realizarse los controles a manos de un equipo integrado por el doctor Mario Stisman, la nutricionista Mariana Acébal y la psicóloga Georgina Alonso, entre otros profesionales.
Y según aseguran sus allegados, el ex capitán de la selección argentina sigue al pie de la letra la dieta hipocalórica, basada en un menú semanal personalizado, que aconseja beber cuatro litros de líquidos por día, como gaseosas light, agua e infusiones.
Algunos días de la semana Diego adquiere las viandas en el centro de Ezeiza, donde vive, y otros es la propia Verónica la que se encarga de preparar el menú para su novio.
Como desayuno, toma café cortado con leche o mate, y un yogur o una fruta. A la hora del almuerzo, debe ingerir sopa de crema bajas calorías, un tomate relleno con atún sobre colchón de lechuga y medio huevo duro. Por la tarde, suele beber un cortado o mate con dos rollos de jamón y dos de queso, o un yogur o una fruta. Para la cena elige pescado o pollo (sólo 150 gramos), media manzana al horno o alguna ensalada de verduras crudas. Las opciones son muy variadas y la consigna es nada de harinas en esta primera etapa, que resultó un éxito para Diego, ya que bajó de peso en forma acelerada.


