La escalada de violencia en Medio Oriente en la cuarta jornada de ataques y bombardeos cruzados entre Israel y el Hezbollah. Este sábado, murieron unos 30 civiles en ataques contra Beirut y algunas rutas libanesas.

En uno de esos ataques, al menos 18 personas murieron, entre las que había nueve niños, cuando varios proyectiles israelíes impactaron contra dos vehículos que transportaban habitantes de la localidad libanesa de Shamad el Bayada, al sur del país donde la ofensiva israelí es más intensa.

En la cuarta jornada de bombardeos en el Líbano por la captura de dos soldados israelíes por Hezbollah, la aviación israelí terminó de destruir las oficinas de ese movimiento en Beirut y atacó puentes, estaciones de servicio, depósitos de combustible y antenas de radio y televisión en el sur, norte y este del país.

Contra escondite

Los bombardeos israelíes se suceden en los mismos barrios del sur de Beirut que la aviación israelí atacó este sábado a la mañana, y que según los medios libaneses tienen como blanco el supuesto escondite del secretario general de Hizbulá, Hasan Nasralá.

Según los medios libaneses, Israel cree que Nasralá se esconde en un túnel o refugio subterráneo bajo la sede del Consejo Consultivo de su movimiento, que también esta mañana fue alcanzada, sin que se produjeran víctimas por encontrarse vacía.

Los ataques previos contra estos barrios se saldaron en total con doce víctimas, según dijeron fuentes de la seguridad libanesa.

Los impactos de los proyectiles en el sur de la capital pudieron oirse en casi toda la ciudad, de cerca de un millón de habitantes.