Los equipos de rescate localizaron este miércoles el cuerpo sin vida de Carlos Alonso Palate, de 34 años, uno de los dos ciudadanos ecuatorianos que desaparecieron tras el atentado que la organización terrorista española ETA perpetró el sábado pasado en el aeropuerto de Madrid.

Según fuentes de Emergencias Madrid, los equipos de rescate encontraron el cuerpo de Palate en el interior de los restos de su vehículo, sepultado bajo gran cantidad de escombros que deben de ser retirados para acceder al automóvil.

Los bomberos y la policía científica localizaron el vehículo de Palate tras realizar un agujero entre los escombros, a través del cual pudieron observar que allí se encontraba el cadáver de esta persona desaparecida tras el atentado del pasado sábado.

En la mañana del 30 de diciembre, una furgoneta que ETA había cargado con explosivos derruyó uno de los aparcamientos de la terminal T-4 del aeropuerto madrileño de Barajas.

Entre los escombros a que quedó reducido el aparcamiento los equipos de rescate buscaban desde entonces a los ciudadanos ecuatorianos Diego Armando Estacio, de 19 años, y el de Carlos Alonso Palate.

Según la versión de la familia, Palate había viajado desde Valencia (este) al aeropuerto madrileño para acompañar a un amigo que debía recoger a unos conocidos que llegaban a España.

Presumiblemente, la explosión sorprendió a Palate mientras descansaba en el interior de su vehículo, estacionado en la planta 0 del aparcamiento D de la terminal 4 (T-4) del aeropuerto madrileño.

Los bomberos y los investigadores de la Policía Científica, cuya principal tarea es hallar a los desaparecidos, habían expresado en la mañana de este miércoles que era "prácticamente imposible" hallar con vida a estas dos personas.

Mientras tanto, los equipos de rescate prosiguen la búsqueda de Diego Armando Estacio.

Palate, soltero, oriundo de la región ecuatoriana de Tunguragua, había llegado a España hace cinco años y trabajaba en Valencia en el sector de la construcción. El hallazgo del cadáver de Palate convierte a este ciudadano ecuatoriano en la primera víctima mortal de ETA después de tres años y medio.

La confirmación de que hay víctimas mortales en este atentado acaba con un período sin muertos por la actividad de ETA desde que la organización terrorista asesinara en mayo de 2003 a dos agentes de policía en la localidad de Sangüesa, en la región de Navarra.

Este último atentado acaba con un proceso de paz que el Gobierno anunció en junio pasado, poco después de que ETA anunciara un alto el fugo unilateral y con el cual el Gobierno intentaba acabar por la vía del diálogo con cuatro décadas de terrorismo en las que la organización terrorista ha causado más de 800 muertes.

Fuente: EFE