El inglés Lewis Hamilton abrió este domingo con autoridad la temporada 2008 de la Fórmula 1 al ganar un enloquecido Gran Premio de Australia en el que sólo siete pilotos llegaron a la meta.

El alemán Nick Heidfeld (BMW-Sauber) fue segundo, seguido de su compatriota Nico Rosberg (Williams). Cuarto, en un inesperado resultado, fue el español Fernando Alonso, que exprimió al máximo su Renault.

"Es un muy buen comienzo, un fantástico trabajo de estrategia de mi equipo", resumió Hamilton, que en 2007, en su debut en la categoría, perdió el título mundial en la última prueba de la temporada.

Melbourne fue una locura del principio al fin: 15 abandonos y tres neutralizaciones con el "safety car" convirtieron la carrera en un prometedor aperitivo de una temporada en la que las ayudas técnicas pierden fuerza y la pericia de los pilotos influirá más que en años anteriores.

Según difundió DPA un toque entre varios coches, provocado por el Renault del brasileño "Nelsinho" Piquet hizo entrar en acción al "safety car" segundos después de la largada. El brasileño Felipe Massa debió entrar al box de Ferrari a cambiar el alerón y los neumáticos tras tocar el McLaren de Heiki Kovalainen.

Los primeros instantes de la temporada eran trepidantes, porque tras la cuarta vuelta cinco pilotos estaban ya fuera de combate: Sebastian Vettel, Giancarlo Fisichella, Jenson Button, Mark Webber y Anthony Davidson. En el noveno giro abandonó también Sutil, con lo que el flamante equipo "Force India" se quedaba sin pilotos tras apenas unos minutos de carrera.

En la misma largada Hamilton defendió con solidez su primera posición ante el acoso de Kubica, y vuelta a vuelta fue ampliando distancias hasta lograr una diferencia de ocho segundos en la décima.

La emoción estaba en el acoso del campeón, el finlandés Kimi Raikkönen, al brasileño Rubens Barrichello. El "iceman" finlandés, que había largado desde la décimo quinta posición, pasó enseguida a la octava, y luego a la séptima. Barrichello, sexto, debió apelar a toda su experiencia para controlar las embestidas, pero en la vuelta 19 ya no pudo resistir y fue superado.

Ya con una ventaja de 9,2 segundos, Hamilton hizo en la vuelta 17 su primer ingreso a boxes, un giro más tarde que Kubica. En la vuelta 21 abandonó el italiano Jarno Trulli, séptimo piloto fuera de competencia.

En la 25 entró nuevamente en acción el "safety car" tras una embestida del escocés David Coulthard a Massa en una curva. El auto del británico quedó destrozado, en un incidente que de paso complicaba a Alonso y Raikkönen, sexto y tercero, respectivamente.

Al estar neutralizada la carrera, no era posible cargar combustible. Aquél que entrara a repostar sería penalizado. De los seis primeros sólo el español y el finlandés no habían aún ingresado a boxes.

"Ahorra combustible", le ordenaron a Alonso por radio desde su equipo. Dos vueltas más tarde el "pit lane", la calle de boxes, volvía a estar abierto, y el español llegaba al límite, con sólo 200 gramos en el tanque.

Ajeno a los roces y al sufrimiento a sus espaldas, Hamilton seguía volando en el circuito de Albert Park, y promediando la carrera su escolta era Kovalainen: sonrisas para McLaren-Mercedes.

Raikkonen intentó adelantar a su compatriota, pero terminó fuera de pista. Regresó, pero décimo, muy retrasado. Más sonrisas en McLaren y tercer puesto para Heidfeld.

Lloró Brasil. El motor del Ferrari de Massa dijo basta, y Piquet se bajó de su Renault ante idéntica situación. Enseguida claudicó el japonés Takuma Sato. Ya eran 11 los pilotos fuera de carrera en la ardiente tarde de Melbourne, con 38 grados de temperatura ambiente: nada menos que la mitad de los que largaron.

El francés Sebastien Bourdais, sexto, cumplía una gran carrera debut en su Toro Rosso, mientras Alonso comprobaba ya en el primer Gran Premio de la temporada los límites técnicos de su Renault: pese a sus intentos, no contaba con potencia suficiente para superar al BMW-Sauber de Kubica.

En su feroz búsqueda de las posiciones de vanguardia Raikkönen se salió de pista e hizo un trompo. Segundos después brllaban en pista otra vez los reflejos plateados del "safety car" ante un espectacular accidente del alemán Timo Glock, que se salió de pista y literalmente voló al "morder" un promontorio de césped. Coche destrozado y duodécimo abandono.

Más drama: un mecánico magullado en el box de Honda ante una apresurada salida de Barrichello tras cargar combustible.

Nakajima y Kubica se tocaron, y el polaco debió abandonar. Quedaban sólo nueve pilotos en pista cuando Alonso se hizo notar: superó de una tacada a Kovalainen y Raikkönnen y, de repente, se encontró quinto a nueve vueltas del final. Por delante, a 1,3 segundos, el debutante Bourdais.

Lloró Italia: el Ferrari de Raikkönen dijo "basta", y el campeón mundial abandonó cuando restaban cuatro giros.

Y humo largó el Toro Rosso de Bourdais, para instalar al Renault de Alonso en un impensable cuarto puesto. Restaba una vuelta cuando Kovalainen superaba al español, pero instantes más tarde, en uno más de los muchos instantes sorprendentes de la carrera, el finlandés se equivocó al apretar el botón del limitador de velocidad y se vio superado por Alonso en la recta de la penúltima vuelta, confirmando el día de locura que vivió Melbourne, promesa de un excitante 2008 en la Fórmula 1.

La clasificación

Posiciones finales y clasificaciones tras el Gran Premio de Fórmula 1 de Australia, primera carrera de la temporada 2008 (sobre 58 vueltas de 5,303 km, 307,574 km en total):

1. Lewis Hamilton (G. Bretaña) McLaren-Mercedes 1:34:50,616 hs. (promedio, 194,578 km/h) 2. Nick Heidfeld (Alemania) BMW-Sauber + 5,478 seg. 3. Nico Rosberg (Alemania) Williams + 8,163 4. Fernando Alonso (España) Renault + 17,181 5. Heikki Kovalainen (Finlandia) McLaren-Mercedes + 18,014 6. Rubens Barrichello (Brasil) Honda + 52,453 7. Kazuki Nakajima (Japón) Williams + 1 vuelta 8. Sébastien Bourdais (Francia) Toro Rosso + vueltas 9. Kimi Räikkönen (Finlandia) Ferrari + 5 vueltas.

Fuente: Télam