La expulsión de una playa pública de un grupo de mujeres por hacer topless demostró, una vez más, que aún en tiempos del “Ni una menos” el machismo sigue a la orden del día. El debate se instaló en el estudio de Radio 2. Una de las organizadoras del tetazo de la semana que viene, la actriz y dramaturga Carla Saccani, planteó que lo ocurrido en Necochea es una oportunidad para poner en evidencia los privilegios de los varones y hacer oír el reclamo de las mujeres. En esta línea llamó a todas las mujeres –sin importar la forma y tamaño de sus pezones– a “salir con las tetas al aire” para defender sus derechos, que son, ni más ni menos, que los mismos que los de los hombres. La cita es el 7 de febrero –la fecha está sujeta a modificaciones– bajo el lema “nuestros senos no deben ser censurados”.

“Hay que aprovechar este emergente de Necochea para que se escuchen los reclamos de las mujeres y se evidencien los privilegios de los varones”, señaló Saccone, en diálogo con el periodista Ciro Seisas en el programa A Diario (Radio 2).

Para la actriz lo ocurrido el fin de semana muestra la hipocresía de un sistema que demoniza un pezón –de cierta forma expuesto– y naturaliza otro.

“Cuando se cosifica a la mujer y se muestra la teta entera pero no el pezón, parece que está todo bien, pero cuando lo que se muestra es una teta que se autodetermina para salir a pelear, es entonces cuando estalla el escándalo”, observó Saccani y advirtió: “El problema es el violador en potencia. Hay que educar para que el varón no viole, no para que la mujer se tape”.

En tal sentido, pidió a mujeres y hombres tomar conciencia sobre estas formas, largo tiempo repetidas, para desnaturalizarlas. Imposiciones y prejuicios, que aún en tiempos del “Ni una menos” –alertó– lograr colarse en el día a día como micromachismos.

¿Por qué un hombre puede andar con el torso desnudo en la playa y una mujer no? ¿Por qué cuando un marido lava los platos se dice “ayuda en la casa” y no simplemente, enjuaga el plato que quizás él mismo ensució? ¿Así, a secas?

“El micromachismo es el machismo sutil del que no se asume machista pero que avala, por ejemplo, que la mayoría de las tareas de la casa la haga la mujer”, explicó.

“Hay mucho para descular”, invitó y conminó a empezar, por lo pronto, con el tetazo del 7 de febrero. A salir a la calle, en tetas.