El jefe de seguridad de la provincia “es el gobernador” y “hay sectores que no quieren acatar el mando político en esta materia”. Ese es el diagnóstico del ministro del área, Daniel Cuenca, sobre los “resquemores” en la policía que terminaron con los últimos relevos de jefes en Rosario y Santa Fe.
Durante una entrevista con el programa De 12 a 14, en Canal 3, el ministro volvió a pedir “paciencia” porque “no hay soluciones mágicas” para la problemática de la inseguridad y dijo que la ola de violencia que sacude a la capital de la provincia deja en evidencia que “en los últimos 20 años no se hizo nada” por prevenirla, a pesar de que “se veía venir”.
Más allá de que insistió en que las soluciones de fondo llevarán tiempo, Cuenca sostuvo que se está trabajando para dar respuesta a los problemas más urgentes en el corto plazo.
Específicamente para Rosario, dijo que la estrategia es apostar a la “prevención”, pero que para eso se necesita una mejor policía que esté equipada como corresponde. “Ahora los patrulleros no andan, no hay personal; nos está faltando un mapa territorial del delito, porque hay que tomar las zonas calientes”, afirmó.
Entre las falencias que impiden realizar una buena tarea de prevención del delito, mencionó que en la policía no se hace inteligencia criminal, es decir tareas de espionaje para detectar, por ejemplo, los circuitos de comercialización ilegal de elementos robados.
Durante una entrevista con el programa De 12 a 14, en Canal 3, el ministro volvió a pedir “paciencia” porque “no hay soluciones mágicas” para la problemática de la inseguridad y dijo que la ola de violencia que sacude a la capital de la provincia deja en evidencia que “en los últimos 20 años no se hizo nada” por prevenirla, a pesar de que “se veía venir”.
Más allá de que insistió en que las soluciones de fondo llevarán tiempo, Cuenca sostuvo que se está trabajando para dar respuesta a los problemas más urgentes en el corto plazo.
Específicamente para Rosario, dijo que la estrategia es apostar a la “prevención”, pero que para eso se necesita una mejor policía que esté equipada como corresponde. “Ahora los patrulleros no andan, no hay personal; nos está faltando un mapa territorial del delito, porque hay que tomar las zonas calientes”, afirmó.
Entre las falencias que impiden realizar una buena tarea de prevención del delito, mencionó que en la policía no se hace inteligencia criminal, es decir tareas de espionaje para detectar, por ejemplo, los circuitos de comercialización ilegal de elementos robados.


