Heinze habló de su entusiasmo y hasta aceptó comparar al Tata con Bielsa

De la relación de Gabriel Heinze con la prensa se dijeron y se dicen muchas cosas. Que no le gusta el contacto con los medios, que algunas experiencias desafortunadas con algunos periodistas lo ponen siempre a la defensiva, que suele ser desafiante ante cada pregunta, por más respetuosa que sea. Pero, al fin y al cabo, son preconceptos, ya que el Gringo brindó una más que abierta e interesante conferencia de prensa este jueves en Bella Vista. Eso sí; como al defensor le gusta, solo se habló de fútbol.

“Es un lindo presente. Hay que disfrutarlo en una buena medida, sin excederse y tener siempre en mente el objetivo que tiene este grupo, seguir trabajando porque recién empieza y estamos muy concentrados. Pero es muy lindo todo esto porque quiere decir que las cosas están saliendo bien”, confesó Heinze a propósito del gran momento que atraviesa Newell’s, puntero del torneo y cosechando elogios en toda la geografía futbolera nacional.

Acerca de sus sensaciones ya recorrido un camino desde su regreso de Europa, el entrerriano apuntó: “A mi retorno lo veo bien, positivo, y eso es gracias al hermoso clima con el que me encontré en el vestuario. Mis compañeros me lo hacen cada día más fácil, y me ayudan mucho dentro y fuera de la cancha”.

El zaguero leproso aceptó que el del domingo, ante Vélez, será un partido atractivo a todo nivel y que puede presentarse como un choque de estilos: “Estoy de acuerdo con esa presentación, va a ser un partido lindo para el espectador al igual que para el jugador, porque uno cuando está adentro disfruta también del fútbol. Vélez es un equipo que tiene una idea fija, viene sacando resultados, hace años que mantiene una base y al mismo entrenador. Ellos juegan bien y no se descompensan, son muy fuertes”, respondió.

Y no se achicó ante el sueño de volver a la selección, aunque parece que si foco hoy pasa por otro lado: “Soñar es gratis, pero de la selección te digo que tengo muchos recuerdos, muy buenos y muy malos. Si me toca de vuelta, lo disfrutaré mucho. Y si no me toca, me quedaré con los recuerdos. Yo tuve mi tiempo. El entrenador se está fijando en otros compañeros y me parece muy bien porque son grandísmos jugadores. La selección está jugando muy bien y deseo que vaya para adelante”, sostuvo.

“Creo que nuestra mayor virtud es el funcionamiento colectivo, el esfuerzo colectivo. No solo los que juegan sino todos los que conforman el grupo. Vos ves a chicos que entrenan previo a un partido en el que saben que no van a jugar y se matan y se lo hacen difícil al entrenador. A veces han salido jugadores y los han reemplazado otros sin que se note. Todo eso es importante. Lo mejor que tenemos es el esfuerzo, el compromiso y la entrega”, aseguró Gabriel.

Gabriel esbozó una sonrisa cuando se le preguntó si los delanteros rivales, debido a su jerarquía, lo encaran con respeto durante los partidos: “No me fijo mucho en eso, pero me parece que no, todo lo contrario. El fútbol argentino está muy fuerte. A veces me encuentro con chicos que hacían de sparring nuestros en la selección y ahora son capitanes de sus equipos. Y además están muy grandotes y yo me estoy achicando cada vez más, je”, bromeó.

El Tata y el Loco

Hace unos meses, cuando abrochó su retorno a la Lepra, Heinze ponderó las virtudes de Gerardo Martino. Y ahora, que ya lleva un tiempo trabajando con él, lo ratifica: “En aquel momento le pregunté a dos personas antes de venir, me habían hablado del Tata y no se equivocaron en absoluto. Es una persona muy seria, alguien que te escucha, que acepta el diálogo. Es uno de esos técnicos que te marca cuando te dirigen; me pasa a mí, así que imagínense lo que es para los más jóvenes. Para mí es uno de los técnicos con mayor futuro”, dijo el Gringo sin ahorrar elogios.

Y aprovechando que fue dirigido por los dos, se le pidió a Heinze que realice una breve comparación entre Martino y Marcelo Bielsa: “Es difícil, tendría que hablar media hora para explicar similitudes y diferencias. Lo que puedo decir es que quieren jugar siempre con la pelota y todo el tiempo en campo rival. Ambos dan una responsabilidad y una fuerza al jugador que es tremenda, te incitan a jugar hasta no dar más. Te pueden perdonar mil errores, pero si te equivocas por falta de sacrificio o esfuerzo, no te lo van a perdonar. Esos son los valores, remató el Gringo.