La lectura del fallo de la Cámara de Apelaciones sobre el pedido para que se revisaran las condenas en primera instancia a los implicados en el crimen de Roberto Pimpi Camino terminó con la rebaja de una de las sentencias e incidentes posteriores, ya que tres mujeres familiares del ex jefe de la barra brava de Newell's golpearon con dureza al acusado que quedó libre.

Lo que la familia pidió, a través del abogado querellante Gabriel Nava, fue que los tres acusados fueran condenados a cadena perpetua. Pero lo que la Cámara resolvió no fue en ese sentido, según informó al programa De 12 a 14, de El Tres, el propio letrado: a René Ungaro, que había sido condenado a 17 años como autor material del crimen, se le rebajó la pena a 11 años; a Carlos Godoy, sentenciado como coautor, se la mantuvo la de 11 años, mientras que la situación de Emanuel Suárez, que había sido absuelto, la revisará otro tribunal, pero sigue en libertad.

Suárez, justamente, fue el agredido por las hermanas de Pimpi luego de la lectura del tribunal de alzada. Cuando las mujeres lo vieron en el pasillo de Tribunales se le fueron encima y lo golpearon con fiereza, hasta que pudo ser rescatado por un grupo de mujeres policías. Su rostró quedó con marcas evidentes de la agresión.

Nava manifestó su convicción de que Suárez tuvo responsabilidad, aunque no arriesgó si actuó como entregador, que es lo que sospecha la familia de Pimpi.

“Entendemos que tuvo responsabilidad: conocía datos del arma, cuál fue el camino que hicieron, en qué fueron. Esos datos fueron volcados por Suárez al expediente y se usaron para fundamentar condenas a los coautores. Si no hubiera estado no podría haber sabido todo eso”, dijo Nava en diálogo con el programa De 12 a 14, de El Tres.

El abogado dijo que la Cámara de Apelaciones resolvió que la responsabilidad de Suárez sea analizada por otro tribunal y adelantó que insistirá en las “vías recursivas que quedan” con el pedido de mayores penas para los tres acusados.

Suárez, en tanto, insistió en que es inocente y dijo que pese a la agresión no teme por su integridad física. “Los jueces me dejaron en libertad; no le tengo miedo a nadie yo”, afirmó.