Se registraron serios incidentes entre hinchas y la policía minutos antes del comienzo del partido entre Central y Lanús. Cuando muchos canallas se agolparon contra el ingreso por Cordiviola, los efectivos reprimieron ferozmente con balas de goma subidos a sus caballos.
Según contó el móvil de Radio 2 en la transmisión de Rosario Deportes, los más afectados eran los empleados del club que recibieron golpes de los dos lados. Esos mismos trabajadores no quisieron dar testimonio a los medios por temor a que ésto perjudique sus puestos de trabajo.
El comisario Hernán Brest, responsable del operativo en Arroyito, verificó los daños en las instalaciones del estadio luego de los disturbios y trató de calmar a sus subordinados.

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