Por la muerte de Emiliano Arri, de 39 años, a finales de septiembre dentro del boliche On Club de la localidad de Gálvez, imputaron este fin de semana a cuatro empleados de seguridad privada del lugar. Uno está sospechado de haberlo asfixiado hasta la muerte; el resto como partícipes necesarios.

En una audiencia realizada en la mañana de este domingo en la ciudad de Santa Fe, el fiscal Jorge Nessier atribuyó a uno de los sospechados la autoría del delito de homicidio doloso, mientras que a los otros tres les imputó el mismo delito pero en calidad de partícipes necesarios. El próximo martes será la audiencia de medidas cautelares en las que el funcionario del Ministerio Público de la Acusación solicitará la prisión preventiva. 

Los imputados son cuatro hombres que se desempeñaban como personal de seguridad del boliche bailable de Gálvez en el que ocurrieron los hechos. Son J.P.R. de 39 años y C.S.O. de 37 años, ambos oriundos de Coronda; J.P.O. de 36 años de Arocena; y C.D.S. de 31 años con domicilio en Gálvez.

“A esta instancia procesal se llegó luego de analizar no sólo el informe de la autopsia realizada al cuerpo de la víctima, sino también los resultados de estudios anatomopatológicos que fueron solicitados especialmente para tener más certezas acerca de la causa de muerte. Además, se tomó declaración testimonial a alrededor de 50 testigos; se analizaron las cámaras de seguridad del local; se hicieron tomas fotográficas y planimetrías de todos los ambientes del inmueble; y se solicitaron los informes sobre la habilitación y titularidad del local y de la agencia de seguridad contratada”, expresó Nessier.

Cómo fue el crimen

“El homicidio de Arri se produjo pasadas las 4 dentro del local bailable de Gálvez. Cuando salía del baño, la víctima fue interceptada por los cuatro imputados, quienes ejercieron fuerza sobre él y comenzaron a trasladarlo hacia otro sector del boliche”, relató el fiscal al tiempo que agregó: "J.P.R. agarró del cuello a Arri con ambos brazos, mientras los otros tres hombres lo sostenían de sus extremidades. Al llegar al sector del guardarropas, continuaron reteniéndolo –incluso tirándose encima de la víctima–, lo arrojaron al piso hasta que la víctima dejó de oponer resistencia porque perdió el conocimiento”.

“La fuerza aplicada sobre el cuerpo de Arri, en particular la «llave» practicada con ambos brazos por J.P.R. en el cuello –con la colaboración de las restantes personas–, produjo un mecanismo de asfixia por compresión, lo que le produjo el fallecimiento”, explicó.

El fiscal de Homicidios relató que “personal de Bomberos llegó al lugar y trasladó a Arri al Sanatorio Integrados de Gálvez, donde intentaron reanimarlo, pero no lo lograron”.